Aburto destaca la apuesta de su gobierno por la seguridad en un presupuesto de 751 millones

La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Bilbo ha aprobado este lunes su proyecto de presupuesto para 2026, que asciende un 4,5%, hasta los 751 millones de euros. El alcalde, Juan Mari Aburto, ha señalado en la presentación que se trata de unas cuentas «sostenibles» y «coherentes con las necesidades» de la ciudadanía, donde seguridad, vivienda, inversiones en mejoras urbanísticas, la calidad de los servicios y empleo son las prioridades.

En palabras del primer edil, se va a dar preferencia al «mantenimiento de los servicios públicos de calidad para la ciudadanía, transporte público, la limpieza, los equipamientos culturales y deportivos y el cuidado y atención a personas mayores y vulnerables».

A lo largo de su exposición, Aburto ha incidido en el esfuerzo que van a hacer en materia de seguridad con el fin de contar con una plantilla de la Policía Municipal que ronde los 900 agentes, tal y como se recoge en el Pacto por la Seguridad Ciudadana 2024-2027; con la apertura de una comisaría en Santutxu (1,3 millones), con la que se extiende la descentralización en ese espíritu compartido de policía comunitaria; nuevas ofertas de empleo y la construcción del nuevo parque de bomberos en Ibarrekolanda, en una parcela cercana al parque de Sarriko, con un desembolso de 3,2 millones en una inversión total de 13,5 millones.

La «mayor plantilla de la historia» de la guardia urbana, como ha resaltado el alcalde, supone un desembolso de 92,8 millones de euros para pagar sus salarios y los de los 200 bomberos. Los gastos de personal totales del Consistorio alcanzan los 203 millones de euros.

En materia de vivienda, el Ayuntamiento incrementa la partida un 22% para regeneración urbana y Surbisa, que sumados a los 27,8 millones de la sociedad pública Viviendas Municipales, supera los 32 millones de euros.

Son unas cuentas, ha apuntado el primer edil, en un contexto de aumento de la recaudación, donde se persigue reforzar los servicios públicos y atender las necesidades de los barrios y de quienes los habitan. De los 751 millones de euros de ingresos, 463 (62%) provendrán de Udalkutxa y otros 247 (33%) de tasas e impuestos. En este capítulo se pasa de recaudar de 25 a 35 millones por la subida de la tasa de recogida de basuras.

La deuda se mantendrá a cero y se reserva un remanente para proyectos futuros, principalmente aquellos que tienen que ver con infraestructuras ferroviarias, como el soterramiento de las vías de Feve en Zorrotza y la llegada del TAV.

En las grandes partidas destacan los 16,6 millones para Bilbao Kirolak, en la modernización tecnológica de la administración a través de BilbaoTIK casi 15 millones, 8,4 para el Teatro Arriaga, 6,3 para la Alhóndiga, 5,9 para el Museo de Bellas Artes y 3,8 para el nuevo Euskal Museoa. Otro desembolso importante, de 50 millones de euros, es para Bilbobus, 3,9 para el funicular de Artxanda, o los 2,1 millones para el servicio Bilbao Bizi, además de casi otros 2 millones para infraestructuras ciclistas.

En 2026 se dedicarán 1,6 millones de euros a la Casa de las Mujeres que se va a abrir en Atxuri, con una inversión total de 3,8 millones, o los programas de cooperación con otros 3,8 millones de euros. El Servicio de Ayuda a Domicilio tiene consignados 20,2 millones.

Respecto a los barrios, Aburto ha citado los más de 14 millones que se invertirán en distintos puntos de la capital. A Empleo, incluido el convenio con la Torre BAT, se dedicarán 8,3 millones.

Está previsto que el 28 de noviembre se apruebe inicialmente el presupuesto, que tras la resolución de las alegaciones, será refrendado por el Pleno el 29 de diciembre.

EH Bilbu extiende la mano

Tras la presentación, la portavoz de EH Bildu, María del Río, ha mostrado su disposición a negociar con el equipo de gobierno PNV-PSE, apuntando a que esperan «un salto cuantitativo y cualitativo en áreas como la vivienda, los cuidados, la transición ecológica, el euskara y cultura; de manera transversal, por supuesto».

A juicio de la primera fuerza de la oposición, «hay margen para llegar a acuerdos, partiendo de modelos diferentes, sí, pero buscando puntos de encuentro en los que la ciudadanía se vea beneficiada; y que son, sin duda, los retos que tenemos como ciudad, cada vez más acuciantes».

«Lo vemos mes a mes en los plenos ordinarios, donde somos capaces de alcanzar acuerdos en diferentes materias. Por lo tanto, ¿por qué no hacerlo en algo tan relevante como es el presupuesto?», se ha preguntado.