Osakidetza adjudica plazas de la OPE 2016-2017, pero la investigación sigue abierta
Dos meses después del archivo judicial, Osakidetza ha adjudicado las plazas de once categorías médicas investigadas por la supuesta filtración de exámenes en la OPE 2016-2017. No obstante, sigue abierta la causa contra dos personas en la especialidad de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora.
Osakidetza acordó el pasado 3 de noviembre levantar la suspensión cautelar sobre los procesos selectivos para la adquisición de plaza como médico especialista en anestesiología y reanimación, aparato digestivo, cardiología, cirugía ortopédica y traumatología, urología, medicina intensiva, cirugía cardiovascular y neurofisiología clínica, así como de angiología, cirugía vascular y neurocirugía, y urgencias hospitalarias. Once categorías incluidas en la OPE de 2016-2017 que fueron objeto de una investigación judicial por las denuncias de filtración de exámenes.
La decisión está recogida en una resolución firmada por la directora general de Osakidetza, Miren Lorea Bilbao, publicada este jueves en el Boletín Oficial del País Vasco. Un documento de dos páginas en el que se advierte de que el 16 de septiembre la Audiencia Provincial de Araba archivo las denuncias dirigidas contra 17 médicos y médicas, y devolvió al Juzgado de Gasteiz la causa abierta contra otras dos personas en la especialidad de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora.
Se trata de un doctor, redactor de la mitad del examen teórico, y de una opositora, que era la nuera del primero. Ella rozó la perfección en las contestaciones a las preguntas elaboradas por su suegro: 44 correctas sobre 46. Sin embargo, su desempeño fue mucho más pobre al afrontar la otra mitad del examen teórico, preparada por otro doctor: 24 aciertos sobre 45.
Siete años y medio
La decisión de Osakidetza se da casi siete años y medio después de las primeras denuncias de filtraciones, presentadas en junio de 2018 por ELA, LAB, CCOO, ESK y SME. El proceso judicial suscitó un terremoto político que provocó la dimisión de del entonces consejero de Salud, Jon Darpón, así como de la directora general de Osakidetza, María Jesús Múgica, del director de Recursos Humanos de Osakidetza, Juan Carlos Soto, y del subdirector, Xabier Balerdi. Además, llevaron a repetir cinco exámenes de tres categorías.
Además, Osakidetza presentó un nuevo modelo de OPE con 37 medidas de mejora con las que se pretendía ofrecer garantías para evitar irregularidades en el proceso.
En cuanto al proceso judicial, LAB y ESK han mantenido la acusación durante estos años con el objetivo de esclarecer lo ocurrido, y han censurado las decisiones adoptadas por el juzgado de instrucción.
Basta con recordar que en septiembre LAB advirtió de que «se han rechazado infinidad de diligencias» como, por ejemplo, el estudio de los exámenes de las categorías bajo sospecha. «No se ha intervenido ni una sola comunicación entre opositores investigados y miembros de tribunal; y no se ha permitido la declaración como investigados de la cúpula de Osakidetza de aquel momento para dar luz a lo sucedido, lo cual sin lugar a dudas es un escándalo para el sistema público vasco», añadió.