Una malaria contraída en Ghana por Sebastian Robert Lloyd Pringle, frontman de Crystal Fighters, aplazó su concierto donostiarra de febrero hasta anoche. Los británicos llevan meses presentando su quinto álbum ‘LIGHT+’, de 2023. Tras más de tres lustros de andadura, la banda original ha quedado reducida al dueto fundador de Pringle y Gilbert Vierich. Pero muy poco ha cambiado de su personalidad creativa porque en la nueva obra dicen recuperar su espíritu festivo, maltratado por el tiempo y la pandemia. Y para que quede claro, la portada del nuevo disco vuelve a hacer un guiño a la estética carnavalera navarra.

Fue esa conexión con el folclore euskaldun, que aportó Laure Stockley (ahora fuera de la de la agrupación), a través de la herencia de su abuelo vasco, lo que definió su particularidad. La pereza informativa (incluido Wikipedia) sigue llamándoles una «English-Spanish electronic music band», aunque esa definición tenga poco que ver con su realidad cien por cien inglesa. Rizando el rizo, se presenta su nueva obra como «basada en la fusión de instrumentos tradicionales vascos y electrónica», cuando en esa grabación no hay ni asomo de folk euskaldun. Y lo que ofrecen en directo de influencia de Euskal Herria es una txalaparta que golpean a ratos sin mayor miramiento y que apenas se oye en la barahúnda de su espeso sonido.

Herencia post rave

Los «Luchadores Cristalinos» se dieron a conocer con el disco ‘Star of Love’, de octubre de 2010, y parece significativo que en esta nueva etapa hayan recurrido en portada a la estética de entonces y abran y cierren conciertos con los títulos más enganchones de aquella grabación. Por eso se presentan con un mensaje donde «el amor y la espiritualidad siguen presentes», pero con «un regreso a los orígenes más bailables y menos comerciales». Parecen abocados a repetir su alegre y exitosa mezcla de tecno pop festivalero y de encuentro rave.

En una tarde de tentador viento sur marino, concurrido pintxo pote y fútbol internacional vasco por partida doble, Crystal Fighters consiguieron casi llenar el Kursaal mayor con un plural público que los recibió con un entusiasmo que no paró en todo el show, con la asistencia de pie y bailando en modo disfrutón. Una juerga.

Con un florido escenario y el propio grupo disfrazado con su conocido colorismo, los Fighters desplegaron una tórrida sesión de sonidos electros, sin apenas concesión a lo mesurado, bajo un espeso txunda txunda que no necesita ni de guitarra bajo. Unos vibes puramente festivaleros o de nave industrial, sin tregua ni descanso. Esta vez sí hubo auténtica presencia euskaldun, bien adaptada a la ocasión, con la desbocada txalaparta de Ugarte anaiak y dos parejas mixtas de dantzaris en pleno ejercicio gimnástico.

A tono con el carácter lineal en lo sonoro, el repertorio no varía prácticamente en cada bolo, encabezado por sus primeros éxitos: ‘I Love London’, ‘Follow’, ‘LA Calling’. Después, ‘We Got Hope’ y ‘Lovex3’ inauguraron las citas al último disco, que continuarían con ‘Tranquilo’, ‘Multiverse’ o ‘Manifest’. Cerrando el tramo mayor, ‘You & I’ y ‘Love Natural’ convirtieron el cubo de la Zurriola en casi una discoteca, con gente arremolinada bailando ante el escenario.

Luz en la oscuridad

En los bises llegó el único respiro de la sesión con la marroquí-londinense Queen Kaltoum demostrando sentimiento reposado en la balada ‘End The Suffering’ y escuchando por fin alguna finura del guitarrista eléctrico. Txalapartaris y dantzaris autóctonos volvieron a la palestra para la explosión final de la incansable juerga tecno hippy.

Entre los abusivos «¡Crystal Figthers!», que repitieron durante toda la noche los propios protagonistas, y un «eskerrikaskísimo» de Sebastian, fue finiquitando su enésima visita a EH, que pasó en septiembre por el festival Estaciones Sonoras de Cascante y que se anuncia para el próximo abril en el encuentro ZEIDFEST del BEC de Barakaldo.

La simpática banda londinense seguirá predicando «la celebración de la vida y la luz que hay en cada uno de nosotros y que brilla en la oscuridad… traer más luz, más amor a la música. Que nos unamos en estos tiempos oscuros y que haya ‘LIGHT+’». Haz el tecno y no la guerra.