El Alavés navega por aguas templadas. Ubicada en la decimocuarta posición, la escuadra albiazul está a ocho puntos del play off de ascenso y a uno más del descenso, un lugar cómodo, pero también sin que dé opción a mayores pretensiones, todo ello fruto de los vaivenes en cuanto a resultados que ha venido cosechando el conjunto babazorro en lo que se lleva de la presente temporada.

Cierto es que, tal y como se está desarrollando la competición, no parece que los de Alberto López vayan a pasar por los mismos apuros que sufrieron el ejercicio pasado para mantener la categoría, pero tampoco apuntan a que puedan pelear por cotas más elevadas. La irregular trayectoria del Glorioso no da pie a ilusionarse con un objetivo considerablemente más ambicioso, como el que podría ser llegar a las últimas jornadas metidos en la pelea por hacerse un hueco entre los puestos que dan derecho a luchar por subir a Primera.

La evidencia del noveno partido seguido lejos de Mendizorrotza en el que no se gana –cuatro meses desde que se venció en el Benito Villamarín– es una rémora demasiado abrumadora como para ansiar cotas mayores. Si el Alavés no da un giro a esa prolongada trayectoria errática fuera de casa, que volvió a confirmarse en el Anxo Carro, sus opciones para crecer en la clasificación se antojan bastante mermadas.

Además, no sumar en los desplazamientos trae consigo la obligación de hacerlo en propio estadio para no complicarse la vida. El cuadro arabarra volverá a poner a prueba su solidez casera este sábado ante el Racing –18.00, ETB1–, un rival que llegará a Gasteiz con el objetivo de obtener los tres puntos y esperar a un nuevo tropiezo de Osasuna para salir de los puestos de la quema.

La plantilla babazorra, que guarda descanso hoy, se entrenó ayer en el gimnasio debido a que las instalaciones de Ibaia estuvieron cubiertas por la nieve caída a lo largo de la mañana. En la sesión no participó Juanma, que sufre una distensión en el aductor izquierdo y que fue sometido a una serie de pruebas médicas.

Osasuna, en la UVI

A buen seguro que a Osasuna no le importaría lo más mínimo cambiar su situación por la del Alavés. A solo dos puntos de caer a Segunda B con una plantilla cuya mayoría de integrantes ha jugado en Primera, ni siquiera el golpe de timón con el relevo en el banquillo y la llegada de José Manuel Mateo ha impedido que la escuadra navarra siga en caída libre.

Que únicamente se haya sumado un punto en los cuatro encuentros que el técnico iruindarra lleva al mando del vestuario demuestra que el problema es más estructural de lo que parecía y que atribuir la mayor parte de los males a la labor de Urban, aunque también tenía su cuota de responsabilidad, solo ha sido desviar la vista respecto a un asunto de mayor calado.

Ahora la reacción tendrá que venir frente a uno de los gallitos de la categoría, el Sporting, empatado en la cabeza de la tabla con el Betis y que solo ha perdido un encuentro lejos de El Molinón. Los asturianos llegarán a Iruñea con una notable lista de bajas. A las de Juan Muñiz –sancionado–, Ndi –con Camerún–, Nacho Cases y Álex Barrera –lesionados– podría sumarse la del guardameta Alberto, toda una contrariedad para Abelardo, ya que también Cuéllar está en la enfermería.

Claro que Osasuna también tiene sus propios problemas. Nekounam, Ansarifard y Raoul Loé han sido convocados por sus selecciones y ello supone un nuevo contratiempo para la posición de pivote.

Riesgo: «Hay que lograr cuanto antes una victoria»

Inesperado componente del once que alineó José Manuel Mateo en el Heliodoro Rodríguez y protagonista desafortunado del primer gol que encarriló la victoria local, Asier Riesgo aseguró que el equipo volverá a una buena racha en el momento en el que consiga regresar a la senda del triunfo.

«El camino es mejorar cada día y ayer (por el domingo) estuvimos a la altura que queremos durante algunas fases del partido. Hay que obtener cuanto antes una victoria porque eso nos va a dar confianza. Estamos a dos puntos de distancia del descenso y está claro que debemos apretar», indicó el guardameta debarra.

El portero guipuzcoano tildó de «desafortunada» la jugada en la que no consiguió despejar de manera contundente un balón que golpeó a Juan Carlos y acabó finalmente en las botas de Diego Ifrán para conseguir el 1-0. «Nos cuesta mucho hacer goles y, cuando te meten uno, no sabemos darle la vuelta», especificó.

«Llevamos una mala dinámica, aunque intentamos mejorar cada día para poder ganar, pero no lo conseguimos. Pienso, en todo caso, que competimos bien en Tenerife», admitió. Puestos a ver el vaso medio lleno en unos momentos en los que no resulta nada fácil, Riesgo recordó que «en la primera vuelta jugamos contra los de arriba y sacamos buenos resultados. Lo mismo puede volver a ocurrir ahora, si bien está claro que debemos dar más». N.M.