Txomin PITARKE
BILBO
A LA MESA CON

La Pinpi aporta frescura a la juerga

Es una de las veteranas del 78, siempre cerca de Marijaia y cada vez más joven, como la musa por la que suspiramos los jaraneros durante 356 días al año. Son los de la Pinpi que, tal y como ellas y ellos mismos recogen en su Manifiesto Canalla, practican «la impertinencia como terapia para descongestionar el cerebro, que intenta atrofiarnos día a día la conjura de los necios». Su fin último, «divertirse como única forma de mantener la esperanza» y doy fe que lo están dando todo. Se trata de emplear la imaginación como método de supervivencia y de disfrute, transgredir como aquellos años en que interrumpían al alcalde Azkuna en la recepción del Arriaga.

Tuvieron sus años de apatía, pero los últimos están que se salen. La bomba, sin duda, fue cuando anunciaron que Leticia Sabater estará en el escenario de su txosna mañana, aunque no es si no la muestra de un cartel que atrae cada noche a miles de bilbainos y foráneos hasta uno de los tinglados del Arenal. Monóxido, Mama Ladilla, Chimo Bayo, Supremme Deluxe y Las Fellini también han conformado su oferta.

No todo se queda en la txosna dedicada al western. En el ecuador festivo, el miércoles por la tarde, hicieron historia al organizar el primer travesti-poteo-txikiteo del Botxo. Para la ocasión se enfundaron sus mejores galas, pelucas y tacones, y tras una pequeña kalejira por el recinto festivo se adentraron en Abando, sorprendiendo a quienes vivieron en primera persona la locura que habían desatado los de la mariposa.

Grandes, muy grandes. Su ejemplo debe servir para concienciar al resto de comparsas de que todo es posible, dejando que aflore en nosotros el alma canalla que todas y todos tenemos en nuestro interior. Quedan tres días de Aste Nagusia, por desgracia, y es momento de echar el resto hasta la despedida de Marijaia.