Imanol INTZIARTE
MUNDIAL DE RUGBY

Un triplete entre dos viejos rivales

Nueva Zelanda y Australia disputan en Londres una final inédita en la que el ganador sumará su tercera Copa del Mundo.

Ni trucos ni tratos. Ni trampa ni cartón. La Copa Webb Ellis conocerá a su nuevo dueño en esta jornada de Halloween en la que neozelandeses y australianos no necesitarán maquillaje de tono rojizo para simular las consecuencias de una batalla que se prevé apasionante. Será a partir de las 17.00 en La Catedral de Twickenham.

All Blacks y Wallabies buscan ser la primera selección en alcanzar tres títulos mundiales. Es la cuarta final para ambos conjuntos, que nunca se han cruzado en el duelo definitivo.

Sí en semifinales, tres veces, con dos victorias para Australia y una para Nueva Zelanda. En este largo listado de datos que tanto gustan a los periodistas pero que no valdrán de nada cuando el galés Nigel Owens dé el pitido inicial, cabe destacar que desde 1903 Nueva Zelanda y Australia se han enfrentado en 154 ocasiones, con 105 victorias para los de negro, 42 para los de amarillo y 7 empates.

Nueva Zelanda ganó sus dos mundiales en casa (1987 y 2011), mientras que Australia lo hizo en las Islas Británicas, Londres (1991) y Cardiff (1999).

Los técnicos Steve Hansen y Michael Cheika llegan a la última estación con las ideas muy claras y el equipo perfectamente perfilado. El primero repite el quince titular con el que batió a Sudáfrica en semifinales, mientras que el segundo recupera al pillier Scott Sio, baja ante Argentina por problemas físicos.

Los analistas coinciden en señalar como una de las claves la pugna entre las terceras líneas. Los neozelandeses Kaino, Read y McCaw –es la despedida del eterno capitán– frente a los australianos Fardy, Hooper y Pocock. Este último suma por ahora la mayoría de los votos para ser designado como mejor jugador del torneo. Un recuperador de balones en las abiertas que se juega la cara en cada lance.

De su efectividad y la de Hooper para robar el oval al neozelandés de turno placado y montar luego veloces contraataques con su afilada línea de tres cuartos depende buena parte del ataque australiano.

Enfrente, Nueva Zelanda es la designada a priori para llevar el peso del partido. El medio melé Aaron Smith tendrá que abrir rápido para la velocidad de los alas Savea, Milner-Skudder y las incorporaciones de Ben Smith desde el puesto de zaguero. Desde la apertura, Dan Carter y Bernard Foley disputarán su particular duelo de pateadores.

Nueva Zelanda parte como favorita, pero Australia ya pudo con ella en agosto pasado en el Championship. No hay secretos, son 112 años de rivalidad entre vecinos. Pero esta vez, con el Mundial en juego.

Sudáfrica castiga las bajas argentinas

Sudáfrica ha finalizado este Mundial en la tercera plaza, después de imponerse a Argentina en el duelo por el bronce (24-13). Los Pumas se vieron castigados por el desgaste físico y por las numerosas bajas, Ayerza se cayó a última hora para sumar diez cambios respecto a las semifinales.

Sudáfrica, con Victor Matfield como titular en su despedida de la camiseta verde, protagonizó una salida en tromba, metiendo a los albicelestes en su campo. Antes de los cinco minutos, el medio melé Tomás Cubelli vio la amarilla por no respetar los diez metros de rigor en un golpe de castigo.

Los Springboks aprovecharon los minutos de superioridad para cobrar ventaja con un ensayo de JP Pietersen y un golpe de Pollard (10-0). El apertura de los Bulls de Pretoria siguió machacando los palos rivales –19-0 al descanso–, mientras que Brian Habana hacía la guerra por su cuenta para intentar colocarse en solitario como jugador con más ensayos mundialistas. El ala del Toulon no anotó, se queda con quince posados y se tendrá que conformar con compartir la gloria con el neozelandés Jonah Lomu.

En la segunda mitad Sudáfrica levantó algo el pie, pero sin permitir en ningún momento que Argentina albergara esperanzas. Con el pescado vendido, hubo poco juego y varios amagos de tangana, aunque los Pumas empujaron hasta el último minuto y tuvieron el premio con el ensayo de Orlandi. La única emoción fue la pugna entre Pollard y Nico Sánchez para proclamarse máximo anotador del campeonato. El argentino se llevó el gato al agua, 97 puntos por 93.I.I.