Mikel INSAUSTI
CRÍTICA «La calle de la amargura»

Ripstein resume cincuenta años de carrera en el cine

Han sido varios los festivales internacionales que se han sumado al homenaje a los cincuenta años de carrera cinematográfica que cumple el mexicano Arturo Ripstein, si bien la Mostra de Venecia es la que ha centrado un poco el aniversario, pues allí ganó el León de Oro con “Profundo carmesí” (1996). No es ninguna casualidad que haya querido presentar para la ocasión una película de parecido corte, ya que “La calle de la amargura” parte también de un guion de su compañera sentimental y profesional Paz Alicia Garciadiego (catorce películas juntos), igualmente basado en la crónica de sucesos, y que en México denominan “la nota roja”.

Los hechos reales acaecieron hace no tanto, concretamente en 2009, causando una gran conmoción en el país azteca. Dos luchadores enanos fueron asesinados por dos prostitutas cuando celebraban en un hotel una victoria obtenida sobre el ring, las cuales simplemente querían narcotizarles para robarles la bolsa del combate, pero con la mala fortuna de que la dosis del fármaco administrado resultó letal. Más allá de lo puramente anecdótico y llamativo de la noticia, reúne una serie de componentes que siempre han estado presentes en el cine mexicano desde la época de Buñuel, y por supuesto en el de su seguidor Arturo Ripstein. Una admiración que se hace extensible al esperpento valleinclanesco, en esta ocasión tal vez más evidente que nunca por lo tragicómico del enunciado.

Pero Ripstein ya advierte desde el título mismo su intención de llevar la reconstrucción del caso por su lado más oscuro y pesimista, al decantarse por la fotografía en blanco y negro de perfil sombrío. Sin embargo, la sordidez ambiental que retrata ya no es tan naturalista como en sus comienzos, y con el paso del tiempo su estilo de puesta en escena se ha vuelto más teatral y artificioso, lo que en mi opinión le envejece bastante.