El sindicato LAB denuncia «despidos encubiertos» en la UTE Eulen Larrialdiak
La central abertzale puso como ejemplo el despido de dos trabajadores, «a los que la UTE Eulen Larrialdiak ha tenido en contrato de prácticas y cuando ha finalizado el periodo legal les han echado a la calle».
LAB denunció este martes los «despidos encubiertos en finalizaciones de contratos» que se están produciendo en la UTE Eulen Larrialdiak, adjudicataria de ambulancias sanitarias. El sindicato puso como ejemplo el caso de dos empleados «a los que han tenido en contrato de prácticas y cuando ha finalizado el periodo legal les han echado a la calle». «Eran trabajadores y trabajadoras a los que Eulen Larrialdiak ha felicitado por su profesionalidad, trabajadores que sus propios compañeros calificaban de auténticos profesionales. Aun así, se prescinde de ellos para contratar a otras dos personas por menos dinero y sacar beneficio a costa del dinero público», manifestó la central abertzale, que advirtió de que los contratos en prácticas suponen «mayor precariedad, inseguridad e inexperiencia».
En un comunicado, LAB recordó que, en su presentación ante los trabajadores, la UTE Eulen Larrialdiak «aseguró que quería sumar experiencias para garantizar un servicio de calidad. Sin embargo, a su entrada encontramos unos centros de trabajo en malas condiciones, sin lugares adecuados para realizar la limpieza del material, con problemas de humedad, de potabilidad de agua, de temperaturas, de aislamiento e incluso de espacio». «Si a esto le sumamos los despidos encubiertos la pregunta es: ¿a dónde se va el dinero público?, ¿qué bolsillos se están llenando?», cuestionó tras criticar el «pasotismo absoluto» de Lakua que, «en definitiva, es quien tiene la responsabilidad final del servicio».
A este respecto, el sindicato indicó que el servicio de ambulancias es «fundamental para nuestra sociedad», y alertó de que «si sigue en manos privadas las condiciones de los trabajadores no van a hacer más que empeorar». «Se abaratarán costes, habrá despidos, más presiones, calendarios laborales diferentes y estrés, que se suma al ya sufrido por la propia naturaleza del trabajo en los servicios de urgencia. En definitiva: precariedad», subrayó LAB, que insistió en que no va dejar de «defender los derechos de los trabajadores y trabajadoras de la UTE y de denunciar todas las irregularidades que se cometan».
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