Edvald Boasson Hagen, que ya ganó la contrarreloj del Tour de Qatar la semana pasada, demostró que ha arrancado la temporada en gran forma al imponerse ayer en la segunda etapa del Tour de Omán. El corredor noruego de 28 años fue el hombre más rápido en la meta de Quriyat, una subida corta (2,8kms) pero muy dura que obligó a esforzarse de lo lindo a los principales favoritos para la general.

De hecho, Boasson Hagen marcó el tiempo para un selecto grupo de nueve corredores, en el que también estaban, por este orden, Nibali, Van Avermaet, Pozzovivo, Rebellin, Brambilla, Fuglsang, Bardet y Rui Costa. Aunque la jornada decisiva será la de mañana, con la esperada llegada a la Montaña Verde, la de ayer sirvió para dar algunas pistas de lo que se verá allí.

Por ejemplo, se pudo comprobar que el australiano Richie Porte, que brilló con luz propia en el Tour Down Under de su país, no parece en condiciones de pelear por el triunfo en esta carrera, ya que ayer volvió a perder tiempo, entrando a tres minutos del ganador en la meta. Nibali y Bardet, en cambio, parecen los mejor colocados para rematar la faena en la etapa reina.

«Ha pegado un acelerón increíble en los últimos cien metros y bien... yo soy un escalador», se resignaba Vincenzo Nibali, segundo en la etapa y que peleó por la victoria hasta el final. «Todavía estoy afinando, o sea que no quiero presiones. No voy a decir que voy a ganar», añadía el italiano. De momento, y como aperitivo del viernes, hoy se disputa la tercera etapa que llevará al pelotón desde Al Sawadi Beach a Naseem Park a través de 176,5 kilómetros.

Imanol Estévez, en la fuga

En cuanto a las dos pruebas que arrancaban ayer, las victorias fueron coto cerrado para los velocistas. Así, Daniele Bennati levantaba los brazos en la primera etapa de la Vuelta a Andalucía, disputada entre Almonaster la Real (Huelva) y Sevilla, con un trazado de 165 kilómetros. En la Volta ao Algarve, Marcel Kittel seguía añadiendo triunfos a su palmarés tras ganar una jornada que transcurrió entre Lagos y Albufeira, con un total de 163,6 kilómetros de recorrido.

Imanol Estévez se encargó de lucir el maillot del Murias-Basque Country en la carrera andaluza, al meterse en la fuga de la jornada junto al ruso Eugeny Shalunov, el belga Jerome Baugnies y el polaco Marcin Mrozek. Tras fugarse de salida, el cuarteto llegó a tener casi ocho minutos de ventaja, pero fue cazado a falta de unos 20 kilómetros para la línea de meta.

Los equipos de los velocistas –Lotto, Movistar y Sky, sobre todo– trabajaron para echar abajo la escapada, y una vez neutralizada, el equipo británico se encargó de liderar el pelotón por las calles de Sevilla. No obstante, el trabajo del Sky no tuvo premio –Ben Swift no pasaba de la undécima posición–, en gran medida por la pillería de Daniele Bennati. El italiano saltó del grupo en los metros finales, lo justo para coger una pequeña ventaja y evitar un sprint más organizado.

«Se ha tenido que trabajar duro para acabar con la escapada de cuatro corredores que han saltado en los primeros kilómetros. Les dimos alcance y después he podido rematar la labor con la victoria en Sevilla por delante de especialistas como Bert Van Lerberghe y Juan José Lobato, que son rápidos en las llegadas» señalaba el veterano corredor de 35 años, con triunfos de etapa en las tres grandes.

Hoy se disputa la segunda etapa entre Palomares del Río y Córdoba, con un trazado de 177 kilómetros, y una dificultad montañosa importante, el puerto de Santa María de Trassierra, de segunda categoría y a 22 kilómetros de la meta.

En el Algarve, Kittel –dos etapas y general en Dubai– batía en la meta a Andre Greipel y Jasper Stuyven, en un final marcado por varias caídas. Alberto Contador y Geraint Thomas las evitaron, pero Fabio Aru se vio cortado. Hoy hay final en alto, con 200 kms. entre lagoa y Foia (7,5 kms de ascensión al 6%).