Frantsesbaso y Urruzuno erreka

Al principio fue entre los municipios, los antiguos y los nuevos, luego entre los vecinos con derecho, los antiguos y los nuevos, (efectos colaterales del incendio de Donostia de 1813), más tarde las desamortizaciones, con intereses de por medio, en 1888 uno de sus territorios fue dividido y vendido en 240 partes, y a mediados del XX otro contiguo, dividido y vendido a empresas papeleras…desde luego la historia de los últimos 8 siglos de estos montes francos se resume en una palabra: dividendos…, dicho esto, hoy, aquí y ahora, parece paradójico y artificial, diferenciar entre los montes francos del Urumea, los que son y los que no, parque natural de Aiako Harria, y ya no sé.., ni si es atrevido...
Estos repartos e intereses históricos dejan su huella hoy en Frantsesbaso, en los valles de Urruzunoko erreka y Sagarminagako erreka, y parecen querer ser ajenos al nuevo contexto actual y globalizador del momento, a las enfermedades, a los efectos de las crecientes ciclogénesis de Las Landas, a las mafias de latitudes superiores y no tanto.., que cuestionan día sí y día también muchas políticas realizadas en las últimas décadas. Contagiados ante tanto y diverso interés, proponemos este Ibiliz con mucha pista, por un lado para senderistas y por otro lado para mendizales y para las BTT de los ciclistas.
Junto al puente de Ugaldetxo partimos, aguas abajo por la margen izda., hasta llegar a Olazar, donde tira a izda para hacer frente a la corriente de Urruzunoko erreka (de Hernani a Urnieta y vuelta a Hernani, en un sin querer, visto y no visto). Junto a Urmendi, pasamos a la margen izda. de momento junto a la simpática erreka, hasta encontrar un cartel a la dcha., donde un interesado hace saber: “terreno particular. no recoger castañas por favor”, haciendo referencia a su parcela y a sus 68 castaños.
Es aquí donde la traza huye de castañas y de la generosa erreka, (su sonido nos deleitará muchos metros más), y sin abandonar la principal, divisaremos, primero Adarra y su hombro, en ambiente aromatizado por eucaliptos, (caramelos y catarros no dan para tantos), mientras vemos como en el otro margen, numerosos pinos languidecen. Poco después distinguiremos, la cima rocosa de Zaburu y la herbosa de Azketa, en amplia panorámica del territorio, si obviamos las señales oficiales y continuamos la traza principal y su firme (hace siglos, entraríamos en Donostia, hoy, seguimos en Hernani).
Cientos de metros más adelante, frente a un pino con flecha a derecha pintaverdeada, dividimos a nuestros lectores. Entre los de la BTT y mendizales, tenemos:
Primero los “curiosos”, que irán al frente y verán abetos de gran altura y por el otro margen, sauces monumentales, robledales incipientes y pequeñas cascadas que por la vegetación aparecen y desaparecen de manera muy curiosa. Quizás vuelvan defraudados por no encontrar acceso rápido al cordal.
Segundo los “segurolas”, que descenderán por la pista y que desde el otro margen, esperarán a los curiosos bastante tiempo.
Segurolas y curiosos tendrán delante más opciones, pero lo prudente es, en el cordal N que desprende Azketa, rodear su cima por el NE, para alcanzar el cordal E y girando a dcha., continuar por él y por pista, con Azketa, Etzela e incluso Unamuno como opciones, hasta ver la GR Vuelta a Gipuzkoa. Allí girarán a izda. e iniciarán el descenso por el cordal hacia el N, por tramos varios, siempre siguiendo sus rojas y blancas y de los dos nuevos cordales por el de la izda., límite natural de los dos valles.
Los senderistas podrán ahorrarse los metros antes de la flecha, siempre que estén atentos al giro fuerte a izda., el cual seguiremos sin desvíos, con las marcas blanquiazules, dejando a izda. entre desviaciones, la que se dirige a una borda rodeada por hermosos robles y hayas que forman un bello micropaisaje. Así alcanzaremos un resalte con señales estropeadas junto a hayas a izda. y abetos a dcha., que por su juventud, permiten divisar el fondo de valle de Urruzuno y la costa. Estamos en Ezteizar y aquí llega la GR utilizada por BTT y mendizales. A 500 m al W y junto a la valla, espera a los curiosos el mugarri de Gibraltar, que divide las antiguas partes de Hernani y Donostia. Ir y venir.
Fieles a las marcas azules, rojas y blancas presentes, y con vistas al Bajo Frantsesbaso, descendemos por camino ancho, alcanzando el pequeño collado de Bidetxabal, que aporta su privilegiada vista al N, hacia las laderas meridionales que derraman Urdaburu y sus satélites, y que son de izda. a dcha. el claro obscuro Ugaldetxobaso, el oscuro Donostibaso y el bello Altzabaso.
Un ligero ascenso, precede a un ligero descenso y al caserío-nave, a la vez que el firme se endurece, antes de que precipite hacia el Urumea. Ante tanta precipitación y ritmo acelerado, tras dos curvas cerradas, es posible que el lugar haga la selección natural:
Los “acelerados”, que bajarán por el asfaltado y llegarán a la carretera donde verán Pagoagako errota a dcha. y por la izda., como Sagarminagako erreka enlaza con el Urumea, y aguas abajo por carretera, llegarán a Ugaldetxoko zubia; los “curiosos”, que seguirán las marcas blancas y rojas aunque el trazado suba, baje y/o tengan que atravesar diversas vallas, antes de llegar al puente; y los “fieles” a las marcas txuriurdin, que saben que con sorpresas o no, abajo siempre les espera el puente de Ugaldetxo sobre el viejo Urumea (5h 20´).

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