El Ararteko hizo pública ayer su postura respecto al derribo de la cúpula del edificio del Bellas Artes. En dicha resolución, estima que el Ayuntamiento de Donostia y la Diputación de Gipuzkoa han seguido «un procedimiento impropio, que ha permitido iniciar un expediente de ruina a los meros efectos de acordar el derribo de un elemento protegido».

Además, recuerda que «en el expediente de ruina no consta ninguna justificación de la fuerza mayor que habilitaría a la administración municipal y foral a tomar esa medida» y añade que «la autorización de esa medida urgente ha sido otorgada sin considerar otras opciones recogidas en el informe encargado por la Diputación a la empresa IDOM».

En el expediente, con fecha de 25 de febrero, considera que la Diputación «debería haber ordenado las obras de reparación de la cúpula en los términos del régimen de protección aprobado». El Ararteko «recomienda» al Departamento foral de Cultura que dirige Denis Itxaso que ordene a Sade, propietaria del inmueble, la «rápida» reconstrucción de la cúpula y ponga las medidas necesarias «para evitar la degradación del inmueble derivadas de las filtraciones de agua».

Por último, insta al Ayuntamiento a que promueva «una mesa de diálogo estable entre las partes directamente interesadas» a fin de establecer «un plan de acción» que incorpore «un programa de financiación y de prioridades» para evitar el deterioro o la destrucción de esta pieza del patrimonio cultural vasco.

Una cúpula de inventario

El Bellas Artes, que antiguamente albergó unos cines, «es un edificio especialmente significativo», que en marzo de 2015 fue incluido por el Gobierno de Lakua en su inventario del patrimonio arquitectónico y del que se destaca su cúpula.