La victoria en el último instante ante un rival directo como el Córdoba supuso, como pedía Martín Monreal, dar un golpe en la mesa y convencerse de que Osasuna peleará por los puestos de privilegio hasta final de temporada. Los rojillos afrontan otra salida complicada, ante un Lugo en otra tesitura, pero el técnico rojillo pretende dar otro golpe, o reforzar el del Arcángel, con otro triunfo.

«Es un partido importante en el que tenemos que ir a por los tres puntos, como en Córdoba y no hay vuelta atrás. La dinámica del equipo debe ser la misma y esperemos que el resultado también lo sea, pero eso ya es una circunstancia».

La expedición osasunista viajó a Lugo con la única baja del capitán Miguel Flaño por sanción, lo que deja un puesto en la defensa, bien para Unai García o para Tano Bonnín, una incógnita que no quiso despejar Martín. En principio, sería la única novedad respecto al último partido.

El Lugo, con nuevo entrenador, no se impone delante de sus aficionados desde que derrotara a la Ponferradina el 12 de diciembre y, además, los dos últimos encuentros en casa se tradujeron en amargas derrotas ante el Mirandés (1-4) y el Leganés (1-2).

Solidaridad con los agredidos

Por su parte, el club emitió una nota ayer en la que expresó «todo su apoyo y solidaridad con los dos aficionados rojillos agredidos en Córdoba» el pasado fin de semana y condenó «rotundamente los hechos». Denunció que a la conclusión del partido disputado el pasado sábado un aficionado osasunista «fue apaleado por ultras» y resultó con «nariz y dos vértebras rotas».

Precisamente, solicitando «respeto para los derechos de los aficionados al fútbol», a las 19 horas hay convocada una concentración en la Plaza de los Fueros de Gasteiz.