Natxo MATXIN
DERBI EN EL SADAR

Encaramados arriba, pero pasando un bache de resultados y eficacia

Aunque cobijados en el pelotón de cabeza de la categoría de plata, Osasuna y Alavés han dado un considerable bajón en las últimas seis jornadas ligueras, en las que ni ven puerta ni consiguen lograr marcadores positivos. Ello les ha hecho bajar puestos en la tabla.

Es cierto que Osasuna y Alavés encaran el derbi de este domingo cobijados en el pelotón de cabeza de una categoría de plata tan pareja que cada jornada sorprende con algún resultado, pero no es menos evidente que ambas escuadras vascas están viviendo en estos momentos una de las fases más complicadas de la presente campaña, a la búsqueda del gol y protagonizando resultados irregulares.

La competición comienza a pasar factura y nadie está exento de padecer baches. Tanto los rojillos como los babazorros tuvieron sus episodios de gloria en esta temporada –fueron líderes en diferentes etapas ligueras– y ahora se han visto obligados a dejar paso a otros rivales que llegan con más ímpetu. Ello no quiere decir que en esta montaña rusa de la Segunda División no vayan a regresar tiempos mejores, pero está claro que algo deberán variar navarros y alaveses si quieren volver a verse en lo más alto de la tabla.

Porque si continúan con su reciente trayectoria, malamente van a dar una alegría a sus aficionados. Osasuna solo lleva una victoria en los últimos siete encuentros que ha disputado en El Sadar, lo que vuelve a desmitificar ese tópico de equipo aguerrido en su campo, y en las últimas seis jornadas solo ha cosechado un triunfo, el que consiguió en su desplazamiento al Nuevo Arcángel.

Claro que el Alavés tampoco es que tenga unos números recientes como para sacar pecho. Al igual que sus futuros anfitriones, únicamente han logrado sumar un triple en las mismas seis jornadas, frente a la Llagostera en Mendizorrotza por un exiguo 1-0, gracias a la diana anotada por Toquero.

Buena parte de culpa, precisamente, de tan anémicos guarismos hay que buscarla en lo difícil que les está resultando ver puerta a ambos conjuntos. Aparte del ya citado del ariete gasteiztarra, que también había marcado en el Tartiere, y el salvador tanto de Raúl García frente al Almería, el Alavés nada más puede aportar en la faceta anotadora de esos seis encuentros mencionados. Lo reconoció Bordalás el domingo. «No somos un equipo goleador, ni tenemos un futbolista que nos haga quince goles. Lo que sí hemos sabido hasta ahora es rentabilizar los que marcamos».

Menos eficacia tiene todavía Osasuna. Apenas dos dianas en la cuenta goleadora del cuadro rojillo en esas seis últimas jornadas, ambas también bastante provechosas. La que consiguió David García en El Sadar para rescatar un punto frente al Zaragoza y la que propició Berenguer en el tiempo de descuento para traerse una victoria de tierras cordobesas.

Tendencia bipolar que varió a mediados de los noventa

Hasta mediados de los noventa del siglo pasado, las visitas del Alavés a El Sadar eran prácticamente sinónimo de victorias locales. Osasuna consiguió vencer a los alaveses en la 51-52, 52-53 –en esta campaña por partida doble, al hacerlo también en la competición copera por un espectacular 5-4–, 75-76 y 79-80.

Entre todas esas victorias rojillas, los alaveses consiguieron intercalar algunos empates, como los que se produjeron en la 63-64 (2-2), 77-78 –repitiendo el mismo resultado– y 78-79 (1-1). Todo variaría a raíz del 1-2 del 20 de abril de 1996, primera ocasión en la que los babazorros consiguieron franquear la muralla en la que hasta entonces se había convertido el feudo iruindarra.

A partir de entonces, los anfitriones casi siempre se vieron superados por los albiazules, como las tres derrotas consecutivas que les infligieron, todas ellas por 0-1, en las campañas 97-98, 00-01 y 01-02, coincidiendo con la mejor etapa en la historia deportiva del Glorioso. Posteriormente, el declive del Alavés dio lugar a otras dos victorias rojillas con muchos goles, en la 02-03 (4-2) y 05-06 (3-2).

El último enfrentamiento entre ambas escuadras en El Sadar se produjo a principios de septiembre de 2014 y los alaveses reverdecieron viejos laureles con un 1-3.N.M.