El tiempo ha pasado muy lentamente para los 160 extrabajadores de TS Fundiciones de Zestoa desde que el 7 de noviembre de 2013 la empresa ubicada en Sansinenea entró en situación de preconcurso de acreedores; a finales de ese mismo mes presentó finalmente el concurso y en junio de 2014 cerró sus puertas.

No obstante, tras 28 largos meses de «trabajo en conjunto» y en un momento en el que empresas vascas del acero están atravesando serios problemas, alrededor de 65 exempleados llevaron a cabo ayer una asamblea convocada por ELA y LAB con un objetivo positivo en el centro de cultura de la localidad guipuzcoana.

El delegado del sindicato LAB Egoitz Barrena ofreció después del encuentro una rueda de prensa para anunciar la reapertura de la planta, esta vez con el nombre de GRI Castings, después de que el Grupo Gonvarri adquiriese la fábrica en el concurso de acreedores.

La factoría zestoarra estará dedicada a la producción de piezas para el sector eólico y de automoción, aunque también cuenta con capacidad para realizar actividades de troquelería y matricería.

En estos momentos, la planta cuenta con unos 23-25 extrabajadores de la antigua TS Fundiciones, incluidos los cargos directivos, y esperan la incorporación paulatina de nuevos exempleados conforme se pongan ya en marcha todas las líneas de actividad.

Primera prueba, «con éxito»

Los operarios puntualizaron ayer que a finales del pasado mes de diciembre los extrabajadores crearon un grupo para el arranque de la planta; hace un mes comenzaron los trabajos para la puesta en marcha de la fábrica y el primer fin de semana de marzo se ha realizado «con éxito» la primera prueba de caldo del horno. A partir de ahora comenzarán con la carga de trabajo prevista, esperando que se produzcan «nuevas contrataciones de los extrabajadores de la antigua TS Fundiciones», como se comprometió la dirección del Grupo Gonvarri.

Insistieron en que se trata de «una excelente noticia» y trasladaron su alegría por sentir que han hecho «bien las cosas» y aportar «ilusión y ganas» a este nuevo proyecto. Además, transmitieron su voluntad de «dejar atrás las difíciles relaciones vividas con los anteriores gestores» y su deseo de empezar a construir con los nuevos responsables «una relación laboral que traiga frescura y ganas de progresar».

La nueva compañía inicia su andadura «con un pacto que posibilita construir un nuevo acuerdo teniendo como base mínima el Convenio de Siderometalurgia de Gipuzkoa 2010-2011», aunque de momento no tienen un acuerdo cerrado por las partes sobre las condiciones laborales en GRI Castings.

«La negociación se está extendiendo más de lo que desearíamos, pero creemos que, si hay voluntad, podemos lograr un acuerdo laboral», comentaron. Finalmente, pidieron a la dirección «un acuerdo satisfactorio para las dos partes que sirva de base para un óptimo arranque del proyecto».

Cerrada desde junio de 2014

TS Fundiciones, que se implantó en el barrio de Arroa en 2007, acumuló unas pérdidas de más de 22 millones de euros hasta setiembre de 2013.

Ante esta situación, la dirección planteó a principios de noviembre de ese mismo año un plan de viabilidad que incluía reducir su plantilla en 50 personas, bajar los salarios un 25% y aumentar la jornada anual en 100 horas.

El comité respondió exigiendo a la dirección que definiera un plan industrial que permitiera mantener la plantilla, pero finalmente entró en concurso y cerró en junio de 2014.

Desde ese momento, los trabajadores llevaron a cabo numerosas movilizaciones, incluso encierros en la planta, así como la búsqueda de compradores para la compañía, en colaboración con la Diputación de Gipuzkoa, gobernada entonces por EH Bildu, hasta que el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Donostia adjudicó TS Fundiciones a Gonvarri.