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DAMASCO

El Ejército sirio afronta una resistencia feroz del ISIS en torno a Palmira

Consciente de que si es expulsado de Palmira perdería el control del desierto sirio hasta la frontera de Irak, el Estado Islámico (ISIS) trata de frenar por todos los medios el avance del Ejército sirio, que perdió ayer 26 efectivos pese a contar con toda la cobertura aérea rusa.

Apoyado por la aviación rusa, que ha realizado ya 800 bombardeos aéreos sobre Palmira y sus alrededores, el Ejército sirio progresaba lentamente en la batalla que inició el 7 de marzo para reconquistar Palmira, ciudad inscrita en el Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y que quedó en manos del Estado Islámico (ISIS) en mayo de 2015.

El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) asegura que «las tropas lealistas se hallan ya a cuatro kilómetros al oeste de Palmira», conocida como la perla del desierto sirio.

A la desesperada

Ayer el ISIS frustró un ataque del régimen al oeste de la ciudad matando a 26 milicianos. La agencia de prensa Aamaq, que tiene lazos con el ISIS, aseguró que un kamikaze se hizo explotar en medio de una concentración de milicianos que luchan a favor de Damasco. El OSDH confirmó este ataque y añadió que tanto esa zona como las inmediaciones de la localidad de Al Qariatain, también en el este de la provincia de Homs, eran escenario de fuertes combates.

El director del OSDH, Rami Abdel Rahmane, destacó que la batalla por Palmira «es capital para el régimen porque le permitiría reconquistar el desierto sirio y llegar hasta la frontera con Irak. El ISIS perdería automáticamente 30.000 kilómetros cuadrados», lo que reduciría del 40 al 30% su territorio, señaló, para añadir que el ISIS se vería obligado a replegarse de sus feudos de la provincia de Deir Ezzor hacia Irak.

Thomas Pierret, especialista en yihadismo, pone el acento en el simbolismo de una reconquista de Palmira, que permitiría a Damasco presentarse como el «protector de ruinas antiguas». El problema es que las tropas sirias se exponen al ISIS en el desierto sin verdadera cobertura y con periódicas tormentas de arena.

Por otro lado, al menos siete civiles murieron y decenas están desaparecidos tras una incursión del ISIS contra el pueblo kurdo de Kafr Saguir, en el norte de Siria, informó el OSDH.

En el sur, la Brigada de los Mártires de Al Yarmuk, vinculada al ISIS, tomó el control de Tasil, en Deraa, tras matar al líder provincial del Frente al-Nosra.

 

Difícil segunda semana de negociaciones

La segunda semana de negociaciones indirectas arrancó ayer en Ginebra con sendas crisis. De un lado, la mediación de la ONU presiona a Damasco para que se implique de lleno en el proceso. De otro, Rusia amenazó con actuar por su cuenta contra los grupos que no respeten el alto el fuego en vigor desde el 27 de febrero, tras acusar a EEUU de rechazar una reunión para tratar el tema. Los jefes de la diplomacia rusa, Sergei Lavrov, y estadounidense, John Kerry, tienen previsto reunirse esta misma semana.

Por lo que toca a la ronda en Ginebra, el enviado de la ONU, Staffan de Mistura, lamentó que el equipo negociador del Gobierno sirio no haya hecho proposición concreta alguna hasta ahora.

Damasco se intentó quitar presión acusando «a quien debiera ser mediador de actuar de parte». Pero no hay duda de que el régimen no tiene prisa. Ha pedido suspender las negociaciones casi un mes, hasta que termine el recuento de las elecciones parlamentarias del 13 de abril, a lo que se niega la oposición.GARA