M.I.
EL SECRETO DE UNA OBSESIÓN

Preferible olvidarse de la película de Campanella

A la hora de hacer un remake es mejor dejar pasar el tiempo, por aquello de evitar las comparaciones cuando la película original aún está muy fresca en la memoria de la audiencia. En el caso de la versión anglosajona de la realización argentina “El secreto de sus ojos” (2009) han pasado ya casi siete años desde su estreno, siendo un tiempo más que prudencial. Y quienes hayan vuelto a ver recientemente el oscarizado trabajo de Juan José Campanella es preferible que se olviden y se enfrenten a “El secreto de una obsesión” con una visión desprejuiciada. Lo digo porque Billy Ray es un buen guionista, también en las películas que dirige, y ha hecho una recreación con muchos cambios, tanto en el trasfondo político como en el diseño de personajes. Habría que decir que pone en escena su propia lectura de la novela negra de Eduardo Sacheri.

Como quiera que Guillermo Francella es intraducible e insustituible, se ha decidido por refundir su personaje y el de Pablo Rago en uno solo, transformándolo en una mujer policía a la que da vida Julia Roberts. El triángulo protagónico se completa con Chiwetel Ejiofor y Nicole Kidman en los papeles que antes hicieron Ricardo Darín y Soledad Villamil. Y el estadio de béisbol de los Dodgers sustituye al campo de fútbol de Huracán, y el 11-S a la dictadura, y el isla