GARA
GASTEIZ

LAB exige más financiación para las haurreskolas

LAB solicitó ayer en el Parlamento de Gasteiz una financiación «suficiente», reconocimiento político, políticas adaptadas a las necesidades y una gestión «eficaz» para los centros del Consorcio de Haurreskolak.

LAB presentó el 10 de mayo más de 2.000 firmas reivindicando una política adecuada para las escuelas infantiles. Ayer, dos de sus representantes, Eider Casanova y Lorea Igartua, comparecieron ante la comisión de Educación de la Cámara de Gasteiz para dar a conocer su análisis de la situación y las soluciones que proponen.

La central aboga por conseguir el reconocimiento «social y político» del ciclo de 0-3 años y para ello propone que el acceso sea gratuito y universal, sin obviar que sea euskaldun y de calidad. Para conseguir ese objetivo, creen que la solución es que se dote a las haurreskolas de un financiación «suficiente». «La inversión que hagamos en educación será directamente proporcional –dijeron– a la mejora en el bienestar social».

A LAB le preocupa, al igual que a la comunidad educativa, decisiones adoptadas por el Consorcio Haurreskolak y Lakua, que han puesto en riesgo varias escuelas infantiles en el ámbito rural al no atenderse su singularidad como hasta ahora. Casanova e Igartua desvelaron que hay 37 escuelas infantiles en la CAV, con 512 plazas y con 59 puestos de trabajo

Se quejaron ante los representantes políticos de que las decisiones implementadas en los últimos tiempos tan solo han respondido a «objetivos economicistas y no a las necesidades de la sociedad». Se quejaron, por ejemplo, de que se haya «roto» el ciclo de 0-3 años, al dividirlo de 0 a 2 en el Consorcio y de 3 a 6 años en la red de escuelas públicas.

El sindicato reivindicó en el Parlamento, como lo ha hecho en otros ámbitos, que se necesitan «políticas reales» para «ofrecer un servicio educativo de calidad, medidas concretas, trabajo en equipo, gestión integral y eficaz», al tiempo que se detectan las necesidades y políticas que respondan a todo ello.

Por ello, insistieron en reclaman una financiación «suficiente» a la administración, pero también políticas adecuadas a las necesidades, sin olvidar el reconocimiento político para las escuelas infantiles y una gestión «eficiente» para todas ellas.