El líder del Frente al-Nosra, Abu Mohamad al-Jolani, anunció ayer un cambio de nombre de esta filial siria de Al Qaeda con el intento de presentarse alejado de la red yihadista. «Hemos decidido dejar de operar bajo el nombre del Frente al-Nosra y crear un nuevo grupo con el nombre del Frente Fateh al-Sham (Conquista de Siria)», indicó el líder del grupo en una inédita aparición difundida por Al-Jazeera. Insistió en que este «nuevo» grupo «no tiene lazos con partidos extranjeros».

Al-Jolani explicó que esta decisión pretende hacer frente a «los pretextos de la comunidad internacional y a su cabeza EEUU y Rusia para bombardear a los musulmanes en Siria pretendiendo atacar» al grupo yihadista. En cualquier caso, contaba con la aceptación previa de Al Qaeda, y el propio líder de la red, Ayman al-Zawahiri, había autorizado poco antes al Frente al-Nosra a romper lazos con la organización que fundó Osama bin Laden.

«La unión en vuestras filas prevalece sobre las pertenencias a organizaciones», afirmó en alusión a la cooperación en el campo de batalla entre Al-Nosra y facciones salafistas sirias. «Estos lazos deben ser sacrificados sin titubear si se contraponen con la alianza contra el enemigo laico y sectario que es respaldado por Irán, Rusia y China», añadió Al-Zawahiri.

Así pues, más que un cambio ideológico se trata de un cambio táctico con el que Al-Nosra quiere evitar diferenciarse de otros grupos insurgentes que gozan del apoyo de Occidente y evitar bombardeos. El anuncio llega una semana después de que los líderes de la diplomacia de EEUU y Rusia, John Kerry y Sergei Lavrov, acordaran luchar contra Al-Nosra y el Estado Islámico. Tras el cambio de nombre, EEUU lo consideró solo una reestructuración de la organización yihadista y que seguirá siendo un objetivo militar

Aparecido diez meses después de la revuelta de 2011, Al-Nosra combate junto a otros grupos islamistas, como Jaish al-Fatah, en la provincia de Idleb y Alepo.

Corredores humanitarios

Por otro lado, Moscú anunció el inicio de una «operación humanitaria de envergadura» en Alepo, que implica el uso de las Fuerzas Armadas rusas para abrir cuatro corredores seguros que permitirán a la población y a los guerrilleros rebeldes abandonar la urbe. Fuentes médicas en los barrios del este la ciudad, en poder de los grupos armados opositores y cercados totalmente por el Ejército, negaron que se haya abierto ningún corredor humanitario.