Labigouer, excepcional atalaya del circo de Lescún y el Pirineo de Biarno
La cima, apartada de los trazados habituales, ofrece una panorámica sin igual.

Cuesta tratar de describir en un espacio como este la magnificencia del circo de Lescún, asentado a vuelo de pájaro desde las cumbres más altas de Euskal Herrria. En los collados que se abren en torno a Hiru Erregeen Mahaia y el picudo Auñamendi, de pasos ancestrales entre los valles de Belagoa y Ansó al valle de Aspe. Son numerosas las expectativas que ofrecen estas vecinas tierras del valle de Aspe y Baretous, tal y como hemos ido publicando desde hace un tiempo en esta página.
Lescún, como el resto de los pueblos asentados en el valle de Aspe se encuentra en un núcleo apretado de caseríos con picudos tejados de pizarra. Integrado en un paisaje de eterno verde, rodeado de montañas donde imperan el bosque y los pastos de altura, coronados por un sinuoso perfil de picachos y murallas de roca calcárea. En esta ocasión la propuesta es alcanzar el pico de Labigouer, de 2.175 metros, situado entre el valle de Aspe y la parte sur del circo. Esta altura se hermana con la divisoria axial de la cordillera, en el Pico Rojo, dominante sobre el valle de Aguas Tuertas de Oza-Echo.
Con esta excursión iremos de nuevo en busca de nuevos escenarios, lejos de las habituales y repetidas rutas que realizan los visitantes de esta zona. Una vez en el Gîte d’Etape del GR 10 que une Lescún con Borce, en Lhers, lugar donde podemos aparcar, los primeros pasos hemos de dar pasando por un portillo metálico. Seguidamente abandonaremos un cercado para seguir por una senda por la derecha, entre prados y helechales guiados por las señales blanco/rojas. Más arriba, pasaremos otro portillo al tiempo que la pendiente, se deja una regata y con el contacto con los primeros árboles, saldremos a una zona de vistosos abedules donde saldremos a una pista. Continuar por ella a tiempo que nos adentramos bajo la penumbra del hayedo.
La pista describe varias revueltas, que evitaremos ganando altura por senda, donde ya el hayedo se entremezcla con fornidos abetos sin posibilidad de disfrutar del paisaje. Finalmente, cuando la pista se dirige claramente flanqueando los últimos metros del cordal del Tuquet, las señales del GR nos llevarán definitivamente al pequeño collado de Barrancq (1.601 m). Un cartel señala los horarios del GR 10 a Borce y Lhers. En un formato de comic a color en otro cartel, se explica el respeto que merecen los perros de pastor y llevar los perros domésticos atados, además de un curioso portillo para los usuarios de la btt. El itinerario sigue por la derecha ganando altura por el lomo del cordal, hasta salir al exterior del bosque.
Con el bosque a la espalda, el paisaje se abre hacia el oriente, con vistas al cercano peñasco de la Nabe, al fondo el espectacular Midi d’Ossau y a los pies, al final de una extensa ladera herbosa las bordas Udapet de Bas. Al fondo del valle algunos pueblos del Bajo valle de Aspe. Tras pasar junto una serie de unidades de rododendros, la senda culebrea por la pendiente herbosa de la cumbre de La Nabe (1.913 m.), al tiempo que una magnífica panorámica se extiende en todas las direcciones.
Ante nosotros se abre un amplio y largo lomo herboso que culmina al fondo en la altiva cumbre de Labigouer. La senda nos llevará en un cómodo paseo a los inapreciables collados de Des Pises (1.981 m.) y Labigouer (2.040 m.) hasta tras superar una fuerte pendiente la cumbre de Labigouer (2.175 m.). Muy cercana hacia el sur, queda el entronque con la divisoria axial de la codillera, de este largo cordal que se origina en los puntales de Tuquet y Coucourou.
En un círculo de 360 grados podemos apreciar desde las llanadas de Oloron y Pau, hacia el oriente se magnifica el macizo de Sesques, el inconfundible Midi d’Ossau, detrás al fondo con sus glaciares se aprecian Balaitus y las Frondiellas. Ya mirando al sur quedan Collarada, las cumbres de Aspe, Aisa, Bisaurin, casi en frente para entrar de lleno en la muralla calcárea que entorna gran parte del circo de Lescún con un rosario de espigados picachos y profundos collados que dan paso a los valles del Prineo Navarro y Aragonés, desde Lenito y Chipeta hasta el Soum Couy, pasando por Acherito, Ansabère, Hiru Erregeen Mahia, Pene Blanque, los Billares, el señero Auñamendi con sus 2.504 metros de altitud, y La Contende.

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