Me cuenta un lector de GARA que se le hizo corto el anterior Ibiliz, que por qué no seguir aún más la conducción de agua; que tenía oído que aguas más arriba existían otras “levadas”, y que ya puestos, por qué no seguir siendo testigos directos del resto de sumas y restas que se le hacen al caudal proveniente de Artikutza.

Y como opino que el lector tiene casi siempre la razón, le dedico este Ibiliz, más para mendizales que para senderistas, para que a partir del otro, publicado el 13 de junio, dé continuación física y temática a aquella propuesta tras este parón estival. En aquel ya recordé, que con el nombre de levada, hacemos referencia a las conducciones de agua presentes en Madeira aprovechadas también allí, para promocionar su turismo verde.

Estas cuestiones me llevan a invitar al mendizale y lector de GARA, a recoger lo publicado entonces, para desde el puente Arranbide, poder alcanzar las inmediaciones de Okilegi 1h 30´, (pista a derecha que nos aproxima hasta que en las inmediaciones de la presa de Añarbe por su parte oriental, aparezca una desviación en dirección cuasi opuesta hasta encontrar la conducción de agua que dejaremos a uno u otro lado, prestando atención a los oídos, a la vista y a la lógica durante unos 4,5 kms a partir de la presa, hasta encontrar una pista que nos servirá para el camino de retorno.

Pero como en este Ibiliz nuestro propósito es seguir, continuaremos por el camino superior, que toma la misma dirección hasta que tras una revuelta, cuando vemos las edificaciones ribereñas, nos dirigiremos hasta ellas y por el puente, poder pasar a la otra margen y en ligero ascenso en dirección oriental, empezar a afrontar el segundo tramo de esta gran levada integral dejando atrás Okilegi, 1, 40´.

De nuevo el estrecho sendero deja momentos interesantes a la vez que recibe la llegada de varias pistas o caminos que descienden de las montañas septentrionales, como así lo hace bajo una moribunda txabola de madera, tras el paso por zona más delicada, para llegar así a una presa 10´más tarde, (final del segundo tramo de levada). Tras ella un puente aporta además de una pincelada diferente al lugar, el mejor modo, de continuar aguas arriba. Esto supone cruzar el puente, ascender en fuerte pendiente hasta encontrar una pista estrecha por la que descenderemos hasta encontrar una pequeña central, un tanto inesperada, la cual alcanzaremos tras el paso por un nuevo puente, 2, 10´.

Iniciando el nuevo ascenso, tras un giro a derecha y cuando menos te lo esperas, aparece el tercer, último y más largo tramo de levada. Girando a derecha, pegados a la conducción de agua pero en sentido opuesto, este tramo ofrece los momentos más bellos, los más selváticos, los que nos van a permitir entrar en la finca de Artikutza, debiendo antes pasar por los siguientes puntos de referencia: Primero un pequeño desprendimiento de tierra, luego variadas pero pequeñas nuevas conducciones de agua y más tarde, con la mirada corta para arriba, un paso al otro lado de la conducción, que nos llevaría tras una fuerte subida a una desconocida ermita, en opción que podemos ofrecer en ida y vuelta. Con la mirada larga hacia el fondo del valle, quizás veamos entre el follaje, Berdabio, su construcción y su puente. Estos dos son indicadores ambos de la entrada administrativa a Artikutza y tras larga caminata, cuando veamos que al fondo una nueva presa emerge, con mucha precaución puesto que es el punto más delicado, llegaremos al final de este tramo de la levada, 3h, 40´. Estamos en Ugaldeko Uharka.

Es aquí donde, o permaneces en el mismo margen o pasas a la otra orilla por camino más evidente que, tras jugar con el curso del río, nos va a llevar a la llegada del principal afluente de Artikutza, el Elama, junto a un pabellón, y poco más de 1 km más adelante al poblado de Artikutza, 4h 10´.

El itinerario de vuelta es el mismo que el de ida, y para los que quieran más kilómetros, pueden acudir a lo propuesto en mi anterior Ibiliz, 8h,00´.