GARA
PEKÍN

China respalda la «guerra a las drogas» de Duterte a cambio de su apoyo

El Gobierno chino reiteró su respaldo al presidente filipino, Rodrigo Duterte, y en particular su «guerra» contra el tráfico y consumo de drogas a cambio de su alineamiento. Antes de partir a Pekín de visita oficial, Duterte admitió que busca el apoyo económico de China.

El Gobierno chino reiteró ayer su apoyo a la controvertida «guerra contra las drogas» que lleva a cabo el Ejecutivo filipino bajo las órdenes del presidente Rodrigo Duterte, de visita en Pekín, y aseguró que «equipos de ambos países ya mantienen contacto directo» al respecto.

Así lo aseguró Hua Chunying, una de las portavoces del Ministerio de Exteriores chino, en una rueda de prensa en Pekín, en la que también expresó la intención de su Gobierno de «discutir medidas de cooperación para combatir los crímenes y el tráfico de drogas» con Filipinas. Duterte se encuentra de visita en el país desde el martes.

«El control de las drogas se ha convertido en una prioridad para Duterte (...), lo que responde a los intereses fundamentales de su pueblo, y ha puesto en marcha medidas para asegurar el orden social y la seguridad pública», destacó Hua.

La «guerra contra las drogas» ha llevado a Duterte a la primera plana de las noticias internacionales, con el mandatario dedicando improperios al presidente estadounidense, Barack Obama, por criticarla, y alabando a China por su respaldo.

Se espera que Duterte pueda visitar centros de rehabilitación durante su visita a China, aunque poco ha trascendido de su agenda y, de momento, mantiene un perfil bajo en Pekín.

Con la «guerra contra las drogas» como punto de unión de las dañadas relaciones chino-filipinas, Duterte no parece dispuesto a que su principal escollo, las tensiones territoriales en el mar de China Meridional, empañen su visita. Así, a su llegada dijo que hablaría del tema y abogó por fomentar la amistad, el diálogo y, sobre todo, los negocios –viaja acompañado de 400 líderes empresariales filipinos– con China, mientras hace malabares para no romper del todo relaciones con su tradicional aliado militar, EEUU.

«Después de su llegada a Pekín, Duterte dejó claro que no hablaría de ello (el mar de China Meridional). Estamos dispuestos a resolver las tensiones a través del diálogo» y de negociaciones bilaterales, dijo Hua.