Los presidentes del Consejo Europeo, Donald Tusk, y de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, prometieron ayer al presidente ucraniano, Petro Poroshenko, que resolverán el escollo de la ratificación del acuerdo de asociación y de libre comercio entre ambas partes (bloqueado por Países Bajos, que lo rechazó en un referéndum en abril) y el fin de los visados a los ucranianos antes de final de este año. «Sé que mere- céis más, también de nosotros, de Europa», afirmó, al término de la 18 cumbre bilateral, el presidente del Consejo Europeo, que justificó los retrasos por las «limitaciones» europeas y negó cualquier «mala intención».

Poroshenko advirtió de que bajo «ninguna condición» se debe aceptar «rebajar la ambición del acuerdo». Precisamente, el rechazo del Gobierno de Viktor Yanukovich a firmarlo provocó la revuelta apoyada desde Occidente que acabó por derrocarlo. Kiev demanda este apoyo de la UE en un momento en el que el presidente electo de EEUU, Donald Trump, que ha insinuado un acercamiento a Moscú, puede dejar más sola a Ucrania. Con todo, Poroshenko aseguró que no espera ningún cambio significativo en la política de EEUU. Tusk le garantizó que la UE se mantendrá firme en las sanciones económicas a Rusia y que se prologarán en diciembre porque sigue vinculándolas a la aplicación plena de los acuerdos de Minsk, a pesar del debate que provocan en el seno de la UE, perjudicada por las sanciones recíprocas rusas.