El presidente Mattarella seguía ayer su ronda de consultas para encontrar una salida a la crisis tras la dimisión de Matteo Renzi. Mientras desfilan por el palacio presidencial todos los protagonistas de la política, la prensa baraja posibles sucesores.

En la lista figuran el titular de Economía, Pier Carlo Padoan; el canciller, Paolo Gentiloni; el presidente del Senado, Pietro Grasso; y hasta Renzi. Esta última opción fue descartada inmediatamente por el joven líder del Partido Democrático (PD).

De cara a una posible crisis bancaria, las posibilidades de Padoan aumentan. El exjuez antimafia Pietro Grasso, de 71 años, actual presidente del Senado, podría ser útil para liderar un gobierno de transición que debe como primer objetivo armonizar las leyes electorales.

Gentiloni es considerado una buena salida, ya que es a la vez un hombre leal a Renzi y tiene la experiencia política para lidiar con un partido profundamente dividido, con corrientes contrapuestas que compiten entre sí y varias personalidades que aspiran a remplazarlo. El diplomático además maneja importantes temas internacionales, un elemento también a su favor en este momento.