Cuba y la UE sellan el fin de la Posición Común de Aznar
Cuba y la UE firmaron ayer su primer acuerdo de diálogo y cooperación, con el que se pone fin a la «posición común» impulsada por Aznar, que desde 1996 imponía una relación unilateral y restrictiva con la isla, tildada de «injerencista» y «discriminatoria» por esta.

Cuba y la Unión Europea (UE) entraron ayer en una nueva era de relaciones diplomáticas plenas, pese a sus diferencias, un mes antes de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
«Hoy en día reconocemos que hay un cambio en Cuba y queremos acompañar ese cambio económico y social», señaló la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, antes de la firma en Bruselas del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, y los 28 titulares de Exteriores comunitarios. El acuerdo fue negociado durante casi dos años, desde abril de 2014 hasta el pasado marzo.
Con la firma del pacto, que se aplicará de manera provisional y parcial a la espera de su ratificación por la Eurocámara y los parlamentos de los 28 socios, se pone fin a la llamada Posición Común adoptada en 1996 a instancias del expresidente español José María Aznar, que Cuba calificó de «injerencista» y «discriminatoria». Aquella vinculaba la cooperación europea a «mejoras de los derechos humanos» y pretendía «favorecer un proceso de transición hacia una democracia pluralista».
«Los lazos de Europa con Cuba son profundos y fuertes y es muy natural para nosotros estar tan cerca de Cuba en estos días. Cuba está cambiando profundamente y la UE está acompañando este proceso conjuntamente con el Gobierno cubano y el pueblo cubano como amigos», expresó Mogherini.
Apuntó que el acuerdo supone «una oportunidad para llevar la relación entre la UE y Cuba a un nuevo nivel que realmente refleje los fuertes lazos históricos, económicos y culturales que unen a Europa y Cuba», y subrayó que es un «instrumento» para «fomentar el desarrollo sostenible y la justicia social y fortalecer la democracia y el respeto de los derechos humanos».
Su homólogo Bruno Rodríguez enfatizó que «las relaciones entre la UE y Cuba son históricas». «Hemos llegado a este punto tras un largo proceso en el que existen tradiciones fecundas y al mismo tiempo hemos pasado por momentos de desencuentro», recordó.
Una prioridad
En cualquier caso, subrayó que «la eliminación de la Posición Común restablecerá la normalización de las relaciones», al mismo tiempo que afirmó que la relación con Europa «continuará siendo una prioridad» para la economía cubana.
La situación de los derechos humanos y las libertades políticas en Cuba fue uno de los principales escollos en los casi dos años de conversaciones, pero los negociadores decidieron abordarla en un diálogo separado para allanar el camino.
En este diálogo separado, del que ha habido dos encuentros, «hablamos amistosamente de todo con un enfoque constructivo y creo que esta es la manera de proceder», dijo Mogherini.
«Hay numerosas áreas de coincidencia entre la UE y Cuba, y también de profundas diferencias, sobre todo relacionadas con ámbitos políticos», explicó Rodríguez, que defendió el derecho de un país a elegir su sistema político y la no injerencia exterior en asuntos internos.
Cuba, que era el único país latinoamericano sin un marco diplomático de este tipo con el bloque europeo, restablece la plena normalización de sus relaciones con su segundo socio comercial, dos semanas después de la muerte de Fidel Castro y cuando el deshielo con Washington está en el aire tras la elección de Trump.
Aunque Mogherini señaló que la Administración Trump «no afectará» a las relaciones de la UE con Cuba, sí manifestó, al igual que Rodríguez, su preocupación sobre eventuales sanciones de EEUU a las empresas que violen su embargo contra la isla.
«Las relaciones entre Cuba y la UE felizmente no pasan por Washington», dijo Rodríguez, para quien, sin embargo, habrá que «remover el obstáculo que significa, en particular en el plano financiero, la aplicación que persiste del bloqueo a Cuba».
La UE reanuda por completo sus relaciones con la isla antes que EEUU, máxime cuando las empresas extranjeras no quieren perder el tren de la apertura iniciada por Raúl Castro.
Acuerdo con Google para mejorar la conexión en la isla
Google y la empresa estatal de telecomunicaciones de Cuba, Etecsa, firmaron ayer en La Habana un acuerdo para mejorar la velocidad de acceso a los productos de Google en la red, una tímida mejora en el precario acceso a internet de la isla. Cuba tiene ahora acceso a Google Global Cache, que permite «acortar el tiempo de acceso a los contenidos de Google en internet, proporcionando mayor velocidad y calidad y la optimización de las capacidades de Etecsa», dijo la empresa cubana. «Este acuerdo permite a Etecsa usar nuestra tecnología para reducir la latencia al entregar localmente algunos de nuestros contenidos más populares y de mayor ancho de banda, como los vídeos de Youtube», agregó Google, cuya presencia en la isla se remonta a 2014, pocos meses antes del deshielo diplomático entre Cuba y EEUU. En Cuba el acceso a internet en los domicilios está prohibido y solo es posible para periodistas, abogados o académicos con autorización gubernamental, aunque desde julio de 2015 se han habilitado en lugares públicos de la isla 1.006 puntos públicos de navegación, incluidas 200 zonas wifi de conexión inalámbrica, a unos dos dólares la hora de conexión.S. GÓMEZ ARMAS

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