Arnaitz GORRITI
BALONCESTO - EUROLIGA

La casualidad sonríe a Saski Baskonia

Dos tiros libres de Shengelia a 1,8 segundos dieron el triunfo a los gasteizarrasen un final de partido extraño en el que cualquiera de los dos pudo imponerse.

UNICS KAZAN 91

SASKI BASKONIA 92


Bien está lo que bien acaba, aunque después del rocambolesco final que se vivió en el Basket Hall de Kazan, Saski Baskonia bien pudo haber perdido. Por una vez, se podría decir que los imponderables estuvieron a favor de los gasteiztarras, que se elevan a la zona noble de la Euroliga –más aún–, uniéndose a su victoria la inesperada derrota del Real Madrid en Estambul y la victoria de Olympiacos.

Entre esos imponderables entraron que los discípulos de Sito Alonso anotaron cinco puntos en los seis segundos finales, saliendo al paso de sus errores y las genialidades que regaló el dúo Langford-Colom. A seis segundos del final, Larkin clavaba un triple desde ocho metros en la cara de Parakhouski, pasando el marcador del 88-87 al 88-90. Tras un parón vía tiempos muertos, Keith Langford le devolvía la moneda al Baskonia, en una jugada mal defendida por los gasteiztarras, pero que dejó 4,9 segundos para arreglar el desaguisado. Pudo aludir el señor Evgeny Pashutin que su jugada para el final del partido salió demasiado bien.

Y pudo haber añadido que la réplica gasteiztarra llegó al segundo intento. En el primero, Larkin se encerró a cinco metros en una esquina, y su tiro a la desesperada no entró. 91-90, derrota y a casa... pero no, porque la mesa de anotación no había puesto el reloj en marcha. Suspiro de alivio. Alivio el que sentiría Adam Hanga al poner en juego el balón a la segunda oportunidad y dárselo a Shengelia, a punto de perder el balón por violación de cinco segundos. El georgiano, a su vez, se encontró con una infantil falta de Pavel Antipov, cuando se estaba viendo q&hTab;ue la bandeja ganadora de Shengelia tenía pocas opciones de salir bien.

No así su firmeza desde la línea de tiros libres, ya que anotó 7 de sus tiros desde la «distancia de la caridad» en los últimos compases. Total, victoria en un partido con mil protagonistas.

Una locura de rachas

Fue un partido loco y extraño, o viceversa. Saski Baskonia empezó bien, pero encajó un parcial de 10-0 para quedarse en desventaja por 18-11. Reaccionó Sito Alonso dándoles entrada a Diop y Budinger, con Hanga, Blazic y Shengelia –o Rafa Luz– presionando a toda cancha. Saski Baskonia se escapó 22-35, provocando multitud de pérdidas en el conjunto ruso.

Sito Alonso ordenó entonces cerrar el caudal director de Quino Colom –al que tuvo en Bilbo–: no quería que ver su pick’n roll ni en pintura, y en cambio, lo obligó a lanzar de tres. Y el andorrano, que llegaba a este duelo con un 16% en triples –6 de 31–, se descolgó con un 5 de 8 desde la larga distancia.

Con esos vaivenes transcurría el partido, sin que se pudiera adivinar por dónde se iba a romper el mismo. Jugadores como Blazic o Rafa Luz tuvieron sus momentos de brillantez anotadora, pero entre Langford y Quino Colom Unics Kazan no solo aguantaba el tirón, sino que se escapaba 83-77 mediado el último período. A la chita callando, Tornike Shengelia se encargó, junto a Shane Larkin, de enjugar la renta rusa. Se sucedieron algunos empates, pero tras un error de Ilimane Diop en un tiro libre, el partido entraba con 88-87 en el minuto final.

Al final, como el basket es un juego de aciertos y errores, el resultado se mantuvo inamovible hasta los seis segundos finales, en los que pasó de todo, segundos de corazón y acierto pero no excesiva cabeza. Al final, un triple punteado que lanzó Langford sobre la bocina se quedó en el hierro y Saski Baskonia salió victorioso de un loco final.

«Tenemos que mantener este nivel»

«Ha sido un partido extraño», reconocía un satisfecho Sito Alonso. «Hemos hecho bien muchas cosas, pero en otras hemos sufrido, como por las segundas faltas de los jugadores en el segundo cuarto que ha hecho que bajáramos de intensidad, y el vaivén de momentos de jugadores».

El preparador de Monzón destacó la presión defensiva a toda cancha como uno de los muchos factores para lograr el triunfo. «Por mi filosofía de juego, me gusta presionar si se puede. Vamos a intentar mantenerla y lo hemos intentado hasta poder aguantar, ya que han empezado a caer las faltas», explicaba.

«No sé si alguien pensaría que llegaríamos a ponernos 8-4», añadía. «Ahora tenemos que mantener el nivel», culminó, al tiempo que se congratulaba por el paso adelante de jugadores como Diop y Shengelia ante la baja de Bargnani. «Es una buena noticia para el club».A. G.