Los más feroces detractores de Trump sueñan con una revuelta de último minuto, pero el colegio electoral designará hoy y casi sin duda al magnate inmobiliario como el 45° presidente de EEUU.

Pese a las críticas, este sistema de elección indirecta, que data de 1787, nunca fue modificado. Cuando acudieron a las urnas, los estadounidenses no eligieron al próximo presidente, sino a los 538 grandes electores que integran el colegio electoral. Donald Trump logró una mayoría de 306 grandes electores, si bien su rival demócrata Hillary Clinton recibió más votos en las urnas. Ocurre que cada estado cuenta con un número determinado de grandes electores, y el candidato que obtiene una mayoría de votos en un estado, se queda con todos ellos. La situación no es nueva: ya sucedió en 2000, cuando George W. Bush ganó a Al Gore.