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WASHINGTON

Washington abandona la solución de dos estados para Palestina e Israel

Donald Trump se desmarcó ayer de la política mantenida por sus tres predecesores al abandonar la solución de los dos estados para poner fin al conflicto entre Israel y Palestina y cuestionar que la paz deba pasar por la creación de un Estado palestino, al recibir en la Casa Blanca a Benjamin Netanyahu, a quien le pidió que «contenga un poco» la expansión de sus colonias en territorio palestino. Insistió en que le gustaría trasladar su Embajada a Jerusalén.

El presidente de EEUU, Donald Trump, aseguró ayer que la solución de dos estados no es la única vía para poner fin al conflicto entre palestinos e israelíes. «Estoy valorando una solución de dos estados y de un Estado, me gustará la que le guste a las dos partes. Puedo vivir con cualquiera de las dos» salidas, aseguró el mandatario en una conferencia de prensa junto al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien soltó una carcajada al escuchar cómo Trump concedía una victoria a la derecha israelí que rechaza la creación de un Estado palestino junto al israelí, cuyas fronteras se establecerían a través de una negociación de paz.

«Por mucho tiempo pensé que la solución de dos Estados era la más fácil. Pero, honestamente, si Israel y los palestinos están felices, yo estoy feliz con lo que ellos prefieran», declaró el inquilino de la Casa Blanca, que insistió en el compromiso de su Gobierno en la búsqueda de la paz en Oriente Próximo.

Trump, que alabó los lazos «inquebrantables» que unen a su país con Israel y prometió a Netanyahu que Irán no tendrá nunca armas nucleares, opinó que los palestinos deben «deshacerse del odio» para conseguir la paz, aunque también pidió a Israel «un poco de conten- ción» en la expansión de sus colonias en territorio ocupado.

Por su parte, Netanyahu replicó que no considera que los asentamientos sean «el núcleo del conflicto» y señaló que conversará del tema con Trump para no seguir «chocando».

Trump criticó, además, a la ONU por considerar que trató de «forma muy, muy injusta» a Israel, cuando el Consejo de Seguridad aprobó en diciembre una resolución que condenaba la colonización israelí.

El presidente estadounidense insistió durante la comparecencia, que curiosamente se realizó al comienzo y no al final de la visita, en que le «encantaría» que la Embajada de EEUU en Israel se trasladase desde Tel Aviv, donde el resto de países tienen sus legaciones, a Jerusalén, aunque señaló que está tratando el tema «con sumo cuidado».

Esta cuestión es considerada una «línea roja» por los palestinos, para quienes supondría el reconocimiento de la soberanía israelí en toda la ciudad, incluida su parte oriental. Para la comunidad internacional y para los palestinos es un territorio ocupado que estos últimos aspiran a convertir en la capital de su futuro Estado.

Trump arremete contra las filtraciones por la polémica con Rusia

La Casa Blanca se esforzaba ayer por contener la crisis tras la dimisión del responsable del Consejo de Seguridad Nacional, Michael Flynn, mientras Washington se sacudía con nuevas revelaciones de la CNN, "The New York Times" y "The Washington Post" sobre los repetidos contactos entre asesores de la campaña presidencial y colaboradores próximos a Donald Trump y los servicios rusos de Inteligencia durante el año previo a las elecciones en EEUU. El presidente, por su parte, trataba de desviar la atención sobre sus supuestos nexos con Rusia arremetiendo contra los medios de comunicación y las filtraciones «criminales» e «ilegales» que atribuyó a los servicios de Inteligencia de su país, que en enero concluyeron que Rusia intervino en el proceso electoral de EEUU, al menos en parte, para ayudar a Trump.

Trump, que tuiteó que las informaciones sobre su «conexión» con Rusia son «un sinsentido», aprovechó la rueda de prensa con Benjamin Netanyahu para señalar que Flynn ha sido «tratado muy, muy injustamente por los falsos medios de comunicación» y denunciar que se han filtrado «ilegalmente» a la prensa documentos, de lo que responsabilizó a la comunidad estadounidense de Inteligencia. Y eso «es un acto criminal», anotó.

Flynn mintió a altos cargos del Gobierno sobre sus contactos con el embajador ruso en EEUU. GARA