Pedro Subijana y el restaurante Mugaritz de Andoni Luis Aduriz son los promotores de este encuentro, que contará entre otros con dos escritores y periodistas, el colombiano Héctor Abad Faciolince y el argentino Martín Caparrós, autores de obras como “Tratado de culinaria para mujeres tristes”, el primero, y “El hambre”, el segundo.

La editora de “Gourmet” y excrítica gastronómica de “The New York Times” Ruth Reichl, la investigadora inglesa Bee Wilson, el publicista Tony Sagarra y el data activista y ciberpunk Karlos G. Liberal serán otros ponentes de esta edición.

Los cocineros son los espectadores de este congreso, pero tres de ellos figuran también en el programa: el catalán Joan Roca, el mexicano Jair Téllez, de los restaurantes Merotoro y Laja, y Dominique Crenn, del Atelier Creen de San Francisco, que fue proclamada mejor chef femenina del mundo en 2016 por la revista británica “Restaurant”.

Para celebrar su décimo aniversario, los Diálogos de Cocina organizados por Basque Culinary Center, tendrán un prólogo el día 12 en el centro Tabakalera, una performance ideada por Mugaritz para jugar con las chucherías, una “evolución” de la que llevó a cabo en el Centro de Arte 2 de Mayo de Madrid.

“Kiss my kiss (Muxua da mezua)” invita a gente de todas las edades a compartir una experiencia sensorial en las que “chuches” de diferentes formas serán, además de algo comestible, un modo de expresión.

Los encuentros se desarrollarán en la Facultad de Ciencias Gastronómicas de Mondragon Unibertsitatea, su sede desde 2013. ¿Cómo aprendemos a comer? ¿Puede la comida convertirse en una religión? ¿De qué se alimenta el hambre? ¿Qué hay detrás de la moda vegana o gluten free? son algunas de las preguntas sobre las que se debatirá en las jornadas, a las que también asistirá el crítico cultural Steven Poll, autor de “No eres lo que comes”. El investigador Luis Castellanos, fundador de "El jardín de junio", centro impulsor de investigaciones en el campo de la neurociencia, es otro de los invitados, que mantendrá un diálogo con Harkaitz Cano sobre lo que quieren los comensales.

El congreso se plantea como un espacio donde el debate se desarrolle con el placer que produce una conversación de sobremesa. Para facilitar que sea así, mantienen un aforo de 200 plazas para los asistentes, procedentes de diferentes lugares de Europa y, este año, también de Estados Unidos y México.