El pasado fin de semana estalló la guerra (ya de forma oficial) entre una de las cadenas de exhibición más potentes del Estado, y una de las productoras / distribuidoras más importantes del mundo. Cinesa y Warner Bros se quitaron la máscara e intercambiaron declaraciones y acusaciones, en una guerra de trincheras que podría terminar en auténtico baño de sangre.

Todo empieza cuando la Warner, a través de su cuenta oficial de Twitter, hace pública una lista de salas donde se proyecta su último blockbuster: “Wonder Woman”. Dicho anuncio deja claro su propósito: Evitar los “problemas técnicos” de Cinesa. Nótense las comillas. Y es que al parecer, las sesiones de dicho film en dichas salas de cine, venían precedidas por un cartel en que se pedía paciencia al público mientras se realizaba “un ajuste en la proyección” que no llevaría más de un minuto y quince segundos.

Exactamente el mismo tiempo que ocupa el tráiler de otra película de la misma Warner Bros, estudio que, según nos cuentan, impone a los cines la proyección de avances de otros hits de la casa, antes de cualquier película que lleve su mismo logo. Los “problemas técnicos” como punta del iceberg de una lucha de titanes que lleva tiempo librándose, pero que ahora ya no se oculta. Y como siempre, los más perjudicados somos los espectadores. Los tontos (porque así somos) que pagamos para que el show siga en marcha.