José Luis SOROLLA
EFE

HANSEN SIGUE SU EPOPEYA EN LA VUELTA

El australiano Adam Hansen cumple en la presente Vuelta su 19ª gran carrera consecutiva. Una aventura que arrancó en la ronda española de 2011 y que estuvo a punto de acabarse en esta edición, en la que solo la lesión de Rafa Valls le ha permitido estar en la salida.

El maillot rojo de líder de la Vuelta queda bastante lejos de sus aspiraciones, aunque lo volverá a lucir en esta 72ª edición porque es el color oficial del equipo al que pertenece, el Lotto-Soudal, pero el australiano Adam Hansen volverá a ser uno de los protagonistas de la carrera. Ninguno de sus rivales ha sido capaz de cabalgar sobre su máquina de manera consecutiva en un mismo año en Giro, Tour y Vuelta, con el añadido de acabarlas, algo que el australiano de Gold Coast va a intentar completar por séptimo año seguido.

Hansen (1981) ha sobrevivido estos siete años a las adversidades propias de los 23 días habituales que abarca cada una de las tres grandes, que puntualmente ha sido incluso alguno más. Calor o frío, lluvia o viento, o en forma de males físicos difíciles de curar o bichos con ganas de incordiar, no le han impedido llegar hasta el final en cada una de ellas. Si los ciclistas, como se dice habitualmente, están hechos de otra pasta, el canguro está demostrando que él es una versión claramente mejorada, al menos en lo referente a resistencia y supervivencia.

Su récord todavía va un poco más allá porque su inesperada aventura propia de “Forrest Gump”, como le conocen muchos dentro y fuera del pelotón, comenzó el 20 de agosto de 2011 en Benidorm cuando se alineó en la salida de la Vuelta y desde entonces ha sido un no parar. Ya ha completado con éxito seis ciclos de tres grandes consecutivas, con el añadido de dos triunfos parciales de etapa en Pescara en el Giro 2013 y en Cangas de Morrazo en la Vuelta 2014. Hansen, otra vez en la carretera, tratará de llevar su dorsal 158 hasta el final de nuevo, por decimonovena vez.

De hecho, el registro que en su día estableció el español Bernardo Ruiz, que sumó doce consecutivas entre el Giro de 1954 y la Vuelta de 1958, o el vizcaino Marino Lejarreta, con diez entre los Tour de 1988 y 1991, quedan lejos, tan lejos como que Hansen prácticamente habrá doblado al “junco” de Berriz si arriba a puerto en Madrid.

Toda esta hazaña ha estado a punto de vivir su punto y final este año en la carrera española, cuando en un principio el nombre de este ciclista afincado en la República Checa no fue incluido por sus directores Mario Aerts y Marc Wauters en la lista de preinscritos que presentaron en su momento a los organizadores de la Vuelta. Algo que supuso una auténtica sorpresa para el propio Hansen. Tras conocer la decisión de su equipo y sus directores aseguró no sentirse «feliz» con aquella decisión porque así no era, dijo, «como yo quería que terminase» esta aventura, pero la aceptaba.

Sin embargo la caída hace 11 días en un entrenamiento de su compañero el alicantino Rafael Valls, en la que se fracturó la cadera con lo que daba por concluida la temporada, le suponía tener de nuevo las puertas abiertas para volver a ponerse el dorsal en una grande. El mérito de Hansen, que fue campeón australiano de contrarreloj en 2008, es haber completado en estos siete años esas dieciocho grandes defendiendo los colores de un solo equipo, el actual Lotto Soudal, aunque cuando llegó en 2011 era Omega Pharma-Lotto. Previamente había competido en el T-Mobile, en 2007 en la temporada de su debut en la elite ciclista, y entre 2008 y 2010 lo hizo en el Columbia-High Road.

En estas dieciocho grandes consecutivas sus tres mejores clasificaciones han sido siempre en la ronda española con un 60º, 53º y 55º puestos en los años 2013, 2014 y 2015, respectivamente, mientras que en el Giro 2016 firmó su mejor actuación acabando el 68º y en el Tour fue el 64º en 2014. Su peor clasificación fue en la Vuelta en la que dio comienzo a su hazaña, en 2011, cuando acabó en el puesto 129º.

Además, antes de iniciar su epopeya con los belgas se alineó en otras siete ediciones de las tres grandes, con cuatro de ellas acabadas y tres abandonos, dos en el Giro de Italia (2007 y 2010) y en el Tour (2010). De hecho 2010 es el único año en sus once temporadas en la elite en la que no fue capaz de concluir alguna de las grandes.

Un tipo muy peculiar tanto dentro como fuera del pelotón

Más allá de su constancia a la hora de encadenar grandes vueltas, Adam Hansen es conocido dentro del pelotón por tratarse de un tipo más que peculiar, en el mejor sentido de la palabra. Lo es en su faceta de deportista, en la que ha protagonizado imágenes curiosas como la de bromear en una subida al Alpe d’Huez en el Tour simulando beber una cerveza tranquilamente, o ponerse la peluca de un aficionado cuando ascendía otro durísimo puerto que también será protagonista en esta edición de la Vuelta: el Angliru. «Tienes comida gratis, lavandería gratuita...» dicen que bromea cuando se le pregunta sobre su afán por correr las vueltas de tres semanas.

Más allá del ciclismo, destaca su faceta de ingeniero, diseñador y experto en informática. Gran emprendedor, Hansen tiene su propia empresa, llamada Hanseeno, su mote en el equipo, y ahí diseña equipación de ciclismo que se vende por internet y que él mismo suele utilizar, como unas zapatillas de diseño futurista que luce orgulloso. Unos diseños que lleva a cabo aplicando sus conocicmientos informáticos y que sus compañeros de equipo no desaprovechan.GARA