El trabajo cinematográfico de George Clooney cada vez está más orientado hacia la dirección, algo que explica que en su sexto largometraje tras la cámara no aparezca como actor. Su filmografía es al día de hoy tan sólida como coherente, gracias a la independencia conseguida con su actual compañía Smoke House, que controla junto a su inseparable socio Grant Heslov. De nuevo vuelven a moverse con un presupuesto medio que no supera los 25 millones de dólares, y eso que “Suburbicon” es una película de época, ambientada a finales de los años 50. El veterano director de fotografía Robert Elswit se ha encargado de recrear la imagen de entonces con colores pastel de efecto televisivo por medio de una cámara Arri Alexa 65 Panavision.

Clooney actualiza en “Suburbicon” un guion que los hermanos Coen escribieron en su etapa inicial, trasladando la acción a la posguerra y añadiendo el caso histórico de la primera familia afroamericana en mudarse a una urbanización residencial del extrarradio para blancos. De ese choque racial surge la tensión que pone al descubierto la doble moral de una vecindad aparentemente tranquila, pero más propia en el fondo de una violenta comedia negra.