«Un acontecimiento que podría haber sido utilizado para clarificar la dirección del gobierno después de unos meses difíciles sirvió solo para resaltar la incoherencia en Downing Street», afirmó un comentarista del diario “The Times” sobre la remodelación del Gobierno británico. Altos miembros de su Partido Conservador se sumaron a los reproches por la caótica remodelación que Theresa May comenzó el lunes, a la que ayer siguió la reorganización de los rangos medios e inferiores del gabinete.

«No quiero ser grosero o ser percibido como desleal, pero tiene que haber una mejora importante en la remodelación de mañana», afirmó el lunes el veterano conservador Nicholas Soames.

Los analistas consideraron unánimemente que lo sucedido el lunes, en una remodelación pensada para «refrescar» al equipo de May, confirma en cambio su posición de debilidad desde que perdió la mayoría absoluta en las elecciones de junio de 2017 y la dimisión de varios altos cargos por escándalos.

Tras el inicio caótico de la remodelación, incluido un error en el primer nombre anunciado, había presión para que May fuera más firme. Incluso se encontró con las negativas de la ministra de Educación y el de Sanidad, a asumir otros ministerios. Los cambios no afectan a los pesos pesados del Ejecutivo, que fueron confirmados en sus cargos.

El titular de Comercio Internacional, Mark Garnier, el primero en abandonar su cargo ayer, dijo estar «muy triste». Garnier fue objeto de una investigación interna después de pedirle a su secretaria que le comprara unos juguetes sexuales, aunque fue absuelto.