Joseba ITURRIA
CICLOCROSS

Odriozola e Ibarrola, dos vascas en un Mundial trece años después

Las dos corredoras del Bizikleta.com acaban con un vacío desde que Nekane Lasa corrió el Mundial de 2005. Las dos destacan la unión existente en el único equipo vasco de ciclocross y mountain bike.

Olatz Odriozola (Urnieta, 1983) y Luisa Ibarrola (Saratxo, 2000) se convertirán hoy en Valkenburg (Holanda) en las primeras vascas en un Mundial de ciclocross desde que la guipuzcoana Nekane Lasa disputó el de 2005.

«Cuando empecé yo a andar en mountain bike corría con ella y mi objetivo era que no me doblara», recuerda Odriozola, que vivirá su día más especial en una carrera ciclista que comenzó con 21 años de la mano de su pareja, Asier Arregi, que con Ernesto García puso en marcha hace ahora seis temporadas el Bizikleta.com al que pertenecen las dos mundialistas. Es el único equipo vasco de mountain bike y ciclocross, lo que obliga a tener bicicletas en las tres especialidades, a cubrir tres calendarios diferentes y a asumir un presupuesto de 60.000 euros.

Odriozola destaca que «todo lo que sea abarcar distintas disciplinas y categorías hace que estemos más unidos y me agrada mucho. Tener dos mundialistas de distintas categorías, con 34 y 17 años, que le duplico la edad, es el reflejo del trabajo que se ha hecho en el equipo».

Ernesto García, director del Bizikleta.com, valora la importancia de que dos corredoras suyas estén en el Mundial: «Tenemos un equipo con cadetes, juniors, sub'23 y élites. Olatz y Asier son los mayores y tenemos un bloque de chavales que entran y les tienen como referencias. Van a calentar con ellos, son muy metódicos y los jóvenes, algo más despistados, ven cómo preparan las cosas, la alimentación, todo... Olatz y Asier son importantes, un espejo en el que Luisa y el resto pueden mirarse».

«Con Olatz y Asier tenemos muy buen trato, nos enseñan todo lo que saben y me ayudan desde hace cuatro años, desde que empecé en cadetes. Es un plus de más», destaca Ibarrola.

«No me gusta que me gane»

Olatz bromea cuando reconoce que «este año me ha tocado ir detrás de Luisa y me pico un montón, no me gusta nada que me gane. En el campeonato de España la gané y me quite una espinita… Tiene muchas ganas, mucha fuerza y da la sensación de que lo hace todo fácil. Le falta eso y ha madurado en saber sufrir un poco más. Si sigue el buen camino como hasta ahora dará mucho que hablar. No se tiene que fijar en las rivales de su edad a nivel nacional sino con las que están por encima».

Añade que «me hace ilusión ayudar a todos los compañeros y me gusta apoyar a los jóvenes y enseñarles todo lo que he aprendido y si tienen aptitudes e interés todavía más. La gente mayor que está en la élite no se preocupa de las categorías inferiores, solo de ellos. En nuestro equipo es diferente, intentamos hacer un grupo y ayudarnos todos. Los juveniles y los cadetes reconocen el circuito y calientan con nosotros y es una ventaja la hora de competir. En ningún otro equipo ves corredores de distintas categorías reconocer juntos el circuito».

Odriozola corrió y fue la mejor de la selección española con un decimocuarto puesto en el Europeo de 2016, al que acudió con Asier Arregi, el apoyo de su carrera: «Para nosotros es mucho más sencillo, llevamos la misma metodología, la misma dieta y entrenamientos, aunque ahora solo nos entrenamos juntos los fines de semana. Él se encarga de la mecánica y prepara las bicicletas. Empezó hace seis años con el proyecto de Bizikleta.com y he seguido con él».

A Odriozola le ha costado mucho llegar a debutar en un Mundial y lo ha logrado en su año más duro: «Siempre he estado ahí, pero nunca se han fijado en mí. Hace dos años era firme candidata a ganar el campeonato de España y pinché y quedé relegada. Siempre he hecho méritos y este año me han dado la oportunidad porque voy a llegar más fresca. Nunca había empezado a correr tan tarde, hace un mes, tras un grave accidente con la moto. Fui atropellada por un coche que no respetó un cruce. Estuve cinco meses de baja sin poder hacer nada tras quedar el brazo hecho añicos, con dos operaciones, con quemaduras en el tobillo... No sabía ni si iba a poder hacer una vida normal y cuando empecé con la bici no sabía si iba a terminar la carrera y acabé octava en Ametzaga».

Hasta el 7 de diciembre solo había podido hacer rodillo, ese día recibió el alta médica y al día siguiente ya compitió en Ametzaga. Agonizó para terminar sus primeras carreras, pero a las pocas semanas ya ganaba el campeonato de Euskadi de su categoría y en Ormaiztegi y la medalla de bronce del campeonato estatal en Legazpi en un día que no olvidará: «Para mí fue increíble, disfruté del circuito y de la gente. Era un terreno más acorde para mí y Luisa. No es que el barro sea mejor para nosotras, es que se les complica a las otras. Los circuitos duros nos vienen bien y el de Legazpi estuvo durísimo».

En el Mundial considera un éxito entrar entre las 30 primeras, pero como Luisa Ibarrola, quiere disfrutar del ambiente: «Es totalmente diferente, no se puede describir cómo se vive el ciclocross allí, no tiene nada que ver con lo de aquí y va a resultar muy especial».

Habituada a correr con mayores

Luisa Ibarrola también vibró con su victoria en la categoría sub'23 en Legazpi pese a ser junior y fue cuarta tras tres élites: «Estaban todos los que van a todas las carreras de Euskadi, era como correr en casa. Nos conocía mucha gente, mucho mejor que ir a Gijón o Torrelavega como el año pasado». La alavesa correrá su primer Mundial con chicas mayores. «Siempre ha sido así, dicen que en unos años habrá un Mundial junior y no podré conocerlo. Saldré y al medirnos con las sub'23 intentaré dar lo mejor de mi nivel como toda la temporada y aprender».

Está acostumbrada a correr con chicas mayores y así ha ganado trece carreras este invierno. Por eso el Mundial de hoy «es una oportunidad para salir al extranjero y para ver a qué nivel estoy verdaderamente. Puedo ser la mejor aquí y sales al extranjero y te dan por todos los lados». En las carreras que ha disputado en el calendario vasco y estatal solo le han ganado Aida Nuño y Lucía González y su compañera Olatz Odriozola en el campeonato estatal de Legazpi dentro de una progresión que considera normal: «El año pasado anduve parecido, estoy al mismo nivel o un poco mejor, sigo luchando y mejorando».

Su entrenador Ernesto García destaca que con ella sigue «una planificación multidisciplinar y así es subcampeona de Euskadi de carretera y campeona de España de mountain bike y ciclocross. Cuando cumplen años se especializan. Luisa hace tres años no conocía el ciclocross y la introdujimos ahí y es lo que más le gusta. Esta por descubrir lo que hará. Olatz se ha centrado en ciclocross y el mountain bike y la carretera la ha aparcado».

La alavesa apunta que «este año quería hacer más carretera que monte, pero el ciclocross es la especialidad que más me gusta». Ernesto García señala que hoy «por lo visto hasta ahora le correspondería estar en el puesto 22. Todo lo que sea mejorar eso estaría muy bien, pero tiene hasta los 22 años en esta categoría. Es un aprendizaje, que sepa qué es un Mundial. Es muy tranquila, pero veremos cuando se vea en una parrilla, en situaciones que no ha vivido. El circuito le va bien y esperamos que lo haga bien. Para Luisa, cuanto más duro sea el terreno, mejor. Circuitos secos como en Valencia o con hielo en la República Checa no le van. Prefiere que haya barro como en Legazpi y pedalear».

Luisa no se plantea estar entre las mejores de su edad porque «como no corro como junior no miro eso, sino salir y disfrutar, es lo importante». Y lo hará en un circuito en el que espera «40.000 espectadores que pagarán su entrada con un ruido ensordecedor. No hemos vivido eso y nos marcará para siempre. Es una experiencia única que merece la pena».

La mejor escuela para la carretera

Tanto las dos mundialistas vascas como su director piden que los equipos animen a sus corredores a practicar ciclocross y no ordenen lo contrario. Ernesto García defiende que «es fundamental para la formación de los chavales. Los equipos profesionales franceses, como el de Madiot, entregan a sus corredores una bicicleta de ciclocross para preparar las clásicas. Entre los primeros quince del campeonato francés hay corredores que meses después los verás en el Tour o en las clásicas más importantes».

En esa línea Odriozola defiende que «cuando más he evolucionado en el ciclismo ha sido desde que empecé con el ciclocross porque trabajas potencia, técnica, fuerza, explosividad en las subidas... Te hace mejor en muchos ámbitos, mejoras más que en otras disciplinas. Al ser tan duro el ciclocross, con los circuitos y la climatología, todo lo demás resulta más sencillo. Por eso me gustaría que los equipos no tengan esa contrariedad hacia el ciclocross»

Luisa Ibarrola corrobora que «hay muchos que dejan de hacer ciclocross por hacer carretera por si se lesionan o así y te puedes lesionar en tu misma casa».

Ernesto García recuerda que «Pauline Ferrand-Prévot ha sido campeona mundial en mountain bike, ciclocross y carretera, Marianne Vos lo ha conseguido en ruta y ciclocross. Mathieu van der Poel domina en ciclocross y ya ha ganado en carretera a corredores del World Tour. El que anda bien es bueno en todas las especialidades. Con el ciclocross ganas en habilidad, técnica y quitas el miedo en las bajadas para la carretera».

«Y también ayuda para rodar en el pelotón –añade Olatz Odriozola–. Las corredoras que vienen del duatlón sin habilidad no saben progresar en el grupo. Por eso animaría a los jóvenes a que hagan ciclocross para prepararse y para ganar en habilidad. Un buen ejemplo aquí son los Izagirre, que te recomiendan el ciclocross, que lo han practicado y son muy buenos técnicamente».J.I.