M.I.
MURILLO, EL ÚLTIMO VIAJE

Redescubriendo las joyas del barroco sevillano

C omo quiera que Bartolomé Esteban Murillo nació el 1 de enero de 1618, este documental fue pergeñado dentro de los fastos del cuarto centenario del nacimiento del pintor sevillano, el cual representa como ningún otro el barroco de aquella ciudad. Mientras los expertos entrevistados, entre los que se encuenran conservadores del Louvre de París o de la National Gallery de Londres, dan cuenta del expolio artístico que se ha venido cometiendo históricamente con una obra diseminada por todos los museos europeos, otros personajes vienen a recordar que Murillo sigue implantado en la cultura popular. En tal sentido es muy curiosa la intervención del humorista Miguel Caiceo, que también es anticuario y conserva un sinfín de estampitas e imágenes religiosas que son reproducciones del arte sacro de Murillo.

Pese a todo el artista también dejó su impronta en la obra civil, y de hecho el protagonismo de “El último viaje” recae en el cuadro “El joven mendigo”, aprovechando el regreso desde el Louvre de París a su ubicación original en el Hospital de los Venerables, con motivo de una exposición comparativa de Murillo y Velázquez, dos genios coetáneos inevitablemente confrontados a través de los tiempos.