Raimundo Fitero
DE REOJO

A medias

En una situación normal no sería capaz de hilvanar hechos casuales sin sentirme en estado de prevención, pero al ver el programa “Salvados”, donde aparecieron asesinos políticos premiados, que confiesan sus crímenes e inculpan a sus jefes políticos con una total impunidad, cuando no la satisfacción de los mismos que están intentado convertir lo que está haciendo ETA para dar un paso grande hacia una paz duradera, en una excusa para seguir con su violencia verbal e institucional, entiendo que todo se está haciendo a medias. Todo son medias verdades y medias mentiras.

Porque es de un cinismo absoluto que M. Rajoy se reúna en Argentina con víctimas de la dictadura y en el país que ha esquilmado, no recuerde que hubo la dictadura más sanguinaria jamás conocida, y nunca han pedido perdón, ni se les ha pedido cuentas por los millones de muertos, desaparecidos y heridos y todavía no son capaces de permitir que cada uno entierre a sus muertos con la dignidad que merecen. A medias, todo está a medias. Todo se cuenta a medias. Esto sí es violencia institucional. Esto sí es apología del terrorismo franquista.

Por eso el tono tétrico de las entrevistas a los responsables y/o ejecutores de los GAL se convirtió en una entrega del no perdón. El terrorismo de Estado personificado, sin apenas remordimientos, sin mensaje de atención en su uso. Asesinos bendecidos, formados, protegidos y con cobertura del gobierno o los gobiernos. Los inspiradores estaban en nómina de los ministerios. Cumplían órdenes, tenían esa asquerosa superioridad moral de los iluminados, de los asesinos por cuenta ajena. Y la siguen exhibiendo, porque nadie les ha reprochado nada. A medias, todo está a medias. La corrupción es estructural, muy profunda, ataca a los principios básicos democráticos, a la ética y no tiene fin.