Richard Carapaz da la razón a quienes apostaron por él
El ecuatoriano se impuso en Montevergine, cazando la fuga del día. Froome se cayó sin consecuencias.

El líder de la clasificación de los jóvenes, Richard Carapaz, ecuatoriano del conjunto Movistar, logró ayer, en la cima de Montevergine, su mejor victoria profesional hasta la fecha. Eusebio Unzue lo trajo del otro lado del Atlántico, recomendado por Óscar Sevilla, y en su segunda temporada con la élite, el sudamericano le está dando la razón a quienes apostaron por él.
La octava etapa del Giro 2018 tuvo esta grata confirmación como mayor fuente noticiosa, toda vez que el pelotón de favoritos no se movió, en parte por la lluvia, porque Montevergine es un puerto que se sube muy bien a rueda, y en parte porque la carrera llega hoy a la cima de Gran Sasso. Se trata de una meta por encima de los 2.000 metros, tras recorrer más de 220 kilómetros, por lo que ayer tocaba guardar bien las fuerzas.
«Venía con muy buenas piernas desde abajo y como sabía que no tenía muchas posibilidades si llegábamos al sprint, he atacado a falta de dos kilómetros y me ha salido muy bien», declaró Carapaz en la meta.
Ni cuando Chris Froome besó el suelo, a poco más de cinco kilómetros, hubo movimientos entre los favoritos. El británico de origen keniano se resbaló en una de las curvas de herradura de Montevergine, pero llegó a la parte alta del nutrido pelotón principal sin excesivo esfuerzo, más allá de un breve calentón.
Una fuga condenada
Mitchelton-Scott le ponía un ritmo cómodo al líder Simon Yates, reservando a otros gregarios de lujo como Chaves o Mikel Nieve. Ello le daba esperanzas a un grupo de fugados que se fue desgranando hasta que, a poco más de un kilómetro, recibió la puñalada final por parte de Carapaz y un pelotón que reaccionó algo tarde en pos del escalador ecuatoriano.
Tosh Van Der Sande (Lotto Soudal), Matteo Montaguti (AG2R La Mondiale), Rodolfo Torres (Androni Sidermec), Davide Villella (Astana), Matej Mohoric (Bahrain-Merida), Jan Polanc (UAE Team Emirates) y Koen Bouwman (LottoNL-Jumbo) saltaron de buen inicio, y aunque llegaron a disponer de siete minutos, encararon la ascensión a Montevergine con solo dos minutos. Van der Sande, Torres y Villella fueron los primeros en ceder, siendo Bouwman quien más aguantó, aunque con el aliento del pelotón en el cogote.
Sorprendió que nadie hiciera ademán de perseguir a Carapaz hasta bien tarde, circunstancia que el ecuatoriano aprovechó para ganar la etapa, afianzar su liderato entre los jóvenes y para meterse entre los diez primeros, justo por delante de Froome.

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