Jon ORMAZABAL
Pelota

Un máster en gestión de recursos

Jokin Altuna sigue sin recuperar su mejor juego, pero su saber estar le fuesuficiente para sacar provecho de las enormes facilidades que le dio Víctor.

ALTUNA III 22

VÍCTOR 9


«Tengo claro que, si no mejoro mucho, no llegaré muy lejos». La confesión, sincera, la hizo Jokin Altuna minutos después de conseguir el pase a semifinales del Cuatro y Medio por tercera temporada consecutiva, donde volverá a medirse con Oinatz Bengoetxea, el pelotari que le privó de su primera txapela en 2016 por la mínima en Gasteiz y el que también le ganó en la final del acotado de San Fermín de este año. El campeón de Amezketa es el primero que sabe que todavía le falta una cosca importante para adquirir esa mejor versión suya que necesita para deshacerse del leitzarra, pero llegados a este punto, también debe darse por satisfecho con todo lo que está aprendiendo en un campeonato que se le puso muy cuesta arriba antes incluso de comenzar.

Utilizando algunos términos de moda estos días, podría decirse que el Cuatro y Medio ha sido, para el delantero de Aspe, una especie de «Máster en gestión de recursos», un curso acelerado pero presencial, en el que salvo ante Ezkurdia, que lo anuló con su potencia y su velocidad, ha sabido exprimir toda su esencia de pelotari para mantenerse entre los mejores.

Cara y cruz

En este sentido, se puede decir que ayer en el Astelena se vieron las dos caras de la misma moneda, pues Víctor estuvo en las antípodas del amezketarra, mezclando prisas con velocidad y dejando pasar una magnífica oportunidad de superar de una vez por todas ese penúltimo muro contra el que se estrella una y otra vez.

Sin motivos aparentes, esa preciosa derecha, fresca y resolutiva, abandonó al de Ezcaray en el momento crítico y, lejos de inquietar a un rival que se sabía inferior en el peloteo, le puso la alfombra roja al próximo rival con su blandura en defensa, su falta de lucidez y su acumulación de errores, letales a estas alturas de campeonato.

Que Altuna traicionara a ese mantra que repite una y otra vez de que «un pelotari debe dejar de fijarse en el rival y centrarse en lo suyo», buscando incisivamente la zurda a bote de su rival revelaba que no confiaba en exceso en sus posibilidades, anduvo con poca frescura en su derecha, pero le resultó tremendamente efectiva ante un rival que no era capaz de buscarle las cosquillas ni siquiera cuando se vendía. De esta manera, sintiéndose fuerte de piernas, entendió que el partido no correría ningún peligro estando fuerte en defensa y, tomando riesgos mínimos en ataque, su camino a semifinales resultó bastante más cómodo del esperado a partir del empate a cuatro.

Sin la frescura necesaria para abrir huecos de volea ni la chispa indispensable para cruzar y envenenar sus ganchos, Altuna ha logrado colarse en semifinales y su juego solo puede ir a mejor de aquí en adelante.

Último lunes de octubre en el Jai Alai de Gernika

Gernika vivirá esta tarde una de la grandes fiestas del año dentro del calendario puntista. Último lunes de octubre, día de feria y gran día para ir al frontón para gozar de la final del torneo de cesta gernikarra. Olharan-López y Goikoetxea-Henández, cuatro ases del momento, se disputarán la final del Master, un duelo sin favorito claro, aunque 2018 ha sido del delantero zumaiarra y el zaguero de Gasteiz viene de colgarse el oro en Barcelona. Ambas parejas ganaron su semifinal 2-0, pero teniendo que sudar lo suyo, especialmente «Goiko» y el «Duque». GARA