MORABANC ANDORRA 93

KIROLBET BASKONIA 73

Después de endosar cuatro palizas consecutivas, llegó la segunda derrota de Kirolbet Baskonia en la Liga ACB. Más que una derrota, fue una paliza lo que se llevó el conjunto gasteiztarra de su visita a la cancha del MoraBanc Andorra. Los de Pedro Martínez encajaron un mínimo de 23 puntos en cada cuarto, siguieron con su gafe con el triple –8 de 28–, se olvidaron de mover el balón –solo 8 asistencias, varias con el partido decidido– y en resumen, fueron muy inferiores a un MoraBanc Andorra perfectamente liderado por Albicy y en el que Diagné y Dylan Ennis ejercieron de puntales del juego interior y exterior, respectivamente.

Tras el gran esfuerzo realizado ante Fenerbahçe el viernes, la falta de Granger, más las siete horas de autobús para ir a Andorra, quizá el físico baskonista se vio falto de energía. Tal fue la flojera gasteiztarra, que de entre los titulares el que mejor arrancó fue un tocado Poirier –menos mermado que el viernes, eso sí–. Por ello, Pedro Martínez debió apresurar un tiempo muerto, toda vez que el MoraBanc Andorra se escapó 16-8, clavando sus cuatro primeros triples.

Tuvo que ser la salida al completo de toda la segunda unidad quien diera algo de chispa al juego gasteiztarra. Los triples, esquivos para los titulares, al fin empezaron a entrar, amén de que Vildoza dejó un par de perlas de su talento. El propio Andorra bajó sus prestaciones, fruto del bajón que le supuso la marcha de Albicy y la entrada de Rafa Luz. Así, tras haberse visto 20-8, el 23-21 del final de cuarto no estaba nada mal.

El desastre se repetiría de forma irreparable en los tres minutos finales del segundo cuarto. Cuatro tiros libres de Huertas trajeron la igualada a 35, fruto del mal juego de Rafa Luz, pero cuando regresó Albicy MoraBanc Andorra se disparó: parcial de 11-1 –y suerte que no valió el tiro final que anotó el propio Albicy– para irse 46-36 camino del vestuario. Por ende, el regreso del descanso se antojaba esencial. Sin embargo, el parcial no puso ser peor: un 19-9 que, con 65-45, lo ponía todo de color negro. Fue entonces cuando, de la mano de Shields, Kirolbet Baskonia pareció revivir, ya que sumó un parcial de 1-11 que pareció arrojar algo de luz. Pero Luz, Rafa, fue el primero en negarle toda esperanza al cuadro gasteiztarra con un triple.

A partir del 69-56 con el empezó el último cuarto, no hubo opción. Albicy alimentó los puntos de Jelinek y Diagné, mientras que Ennis se alimentaba él solo. El Baskonia, pese al amor propio de Hilliard y Shields, apenas si pudo maquillar el resultado, mientras que los de Ibon Navarro se daban un festín. Ojalá el jueves en Podgorica no se repita este desastre.