Natxo MATXIN
Fórmula Uno

Mercedes también gana el Mundial de escuderías

Ocon impide que Verstappen venza y al final de la carrera, el holandés le da varios empujones al normando.

Mercedes hizo doblete, pues también ganó el mundial de escuderías, un título que logra por quinto año consecutivo. Ello fue posible gracias a la victoria de Lewis Hamilton en Interlagos, la primera carrera en la que se aupa a lo más alto del cajón siendo ya campeón del mundo y el triunfo 72º en su trayectoria deportiva como piloto.

El británico dispuso de la suerte del campeón o, mejor dicho, de la inestimable “colaboración” del normando Esteban Ocon, quien abortó en la vuelta 44ª las opciones de Max Verstappen para hacerse con la victoria, cuando el holandés ya iba lanzado a por ella. El de Force India, que ya estaba doblado, se metió en la línea de adelantamiento del entonces líder, algo que le supuso a posteriori la grave penalización de “stop and go”, de 10 segundos.

La cosa no acabó ahí. A la conclusión de la carrera, un visiblemente enfadado Verstappen fue en busca de Ocon hasta encontrarse con él en sus boxes y mantener una acalorada discusión que finalizó con varios empujones por parte del tulipán. Las imágenes del suceso fueron reproducidas por televisión y ello provocó que los comisarios de la FIA les citasen a ambos para una declaración que seguramente llevará aparejada una posterior sanción.

Lejos de rebajar la tensión, ambos protagonistas siguieron en sus trece ante los micrófonos. El de Red Bull tildó de «idiota» a Ocon, todavía resentido por no poder encadenar su segundo triunfo consecutivo, mientras que el normando no se quedó atrás. «Ha sido muy violento y poco profesional», indicó, si bien tampoco tuvo la elegancia de admitir su error.

Carrera muy apretada

Polémicas aparte, la carrera en el circuito brasileño fue muy emocionante, cargada de alternativas y muy apretada –los cuatro primeros acabaron en un margen de cinco segundos–. Aunque finalmente no apareció la tan temida lluvia, la elección de neumáticos volvió a ser un apartado muy importante. Hamilton supo muy bien gestionar esta cuestión, sumado a que no desaprovechó el incidente entre Verstappen y Ocon.

El de Stevenage sostuvo su pole position en la salida, pero ya en ese momento se pudo intuir que le iba a costar horrores mantener la privilegiada posición. Bottas y Verstappen salieron como huracanes, el primero superando a Vettel y colocándose segundo, mientras que el holandés se insertó cuarto entre los dos Ferraris. Sin embargo, cada uno llevaría una evolución bien diferente a medida que transcurría la carrera. A Bottas le tocó hacer la función de tapón, algo siempre incómodo, mientras que Verstappen era un desatado huracán, con un monoplaza que respondía con soltura a sus deseos.

Tan es así, que para el vigésimo giro, el holandés ya se había colocado primero al entrar Hamilton en boxes para cambiar de gomas. Además, el de Mercedes reconocía en su comunicación por radio que el coche no parecía funcionar de manera correcta. Mediada la prueba, a los Red Bull les tocó variar neumáticos, pero enjugar la diferencia con Hamilton apenas le costó cuatro vueltas a Verstappen.

Fue en la 40º, pero su empuje le duró solo cuatro giros, momento en el que se produjo el ya mencionado y decisivo toque de Ocon. El trompo le hizo perder nueve segundos y daños menores en su vehículo, lo que no impidió que siguiese luchando por una remontada que era muy improbable sin que el británico cometiese algún error. No fue así. Reguló el campeón al máximo su motor y, aunque Verstappen fue recortando diferencias, no le dio como para evitar el triunfo de Mercedes.