Arturo Puente
Periodista
JO PUNTUA

Los catalanes han metido a Vox en el Parlamento andaluz

Maldito independentismo y su infinita capacidad para destrozarlo todo. Está visto que no piensan dejar títere con cabeza. La última canallada ha sido meter a Vox en el Parlamento de Andalucía para, así, acabar con la excepcionalidad española de no tener formaciones de derecha populista en las instituciones. Tanto llamar fascismo a todo lo que huela a español, pues ahora toma.

Es que claro, ¿cómo no iba la gente a votar a Vox, después de lo que han hecho? Dieron un golpe de Estado los días 6 y 7 de septiembre. Luego declararon la independencia y la mitad huyeron, de modo que al juez no le quedó otro remedio que encarcelar a los que quedaron. Y en vez de aplicar un 155 como dios manda, se aprobó uno de chichinabo, que no sirvió ni para controlar a los Mossos ni para acabar con el adoctrinamiento en la escuela.

Porque ese es el gran problema, la escuela. Todos lo hemos visto en Antena 3, cómo adoctrinan a los niños, que no les dejan ni hablar en castellano, y con los lazos nazis todo el día. Si no los llevan, se les discrimina. Pobres críos. Acaban creyéndose que España es mala, que no es una democracia y que se mete a la gente en la cárcel por sus ideas.

Pues no, mire. Aquí tiene que haber una educación igual en todas las comunidades. Que nos hemos pasado con los privilegios a las regiones, que lo reconoce hasta Maruhenda, que es catalán. Normal que después los niños se conviertan en cachorros del independentismo. Por eso agredieron a los policías que se manifestaban en Barcelona para celebrar la gesta del 1-O.

Es de vergüenza que los políticos constitucionalistas sean acosados por los comandos separatistas de Torra. Yo el día que pusieron al racista de Torra me acabé de convencer: o los demócratas nos plantamos o nos comen. Y a mí me gusta tan poco la derecha como el comunismo, que todos los extremos son malos. Pero mira, al final nos han hecho votar a Vox. Los separatistas ya tienen lo que querían.