Ane URKIRI ANSOLA
Donostia
PERCEPCIONES DEL FORO ECONÓMICO MUNDIAL SOBRE RIESGOS EN 2019

LA COOPERACIÓN GLOBAL PARA ENFRENTAR UNA CRISIS, EN DUDA

«Somos cada vez más ansiosos, solitarios e infelices». El individualismo como manera de vivir; la violencia y la pobreza no entienden de desaceleración; y el calentamiento global es ya una realidad a la que los dirigentes no están respondiendo con urgencia.

Se dispondría de los niveles necesarios de cooperación y apoyo si se produjera otra crisis económica global?». Es lo que se preguntan los expertos del Fondo Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) en su informe “Riesgos globales 2019”, publicado esta semana. El creciente “nacionalismo” de la política a nivel internacional es un riesgo cada vez mayor para alcanzar consensos en organismos multilaterales y los analistas opinan que pueden estar apareciendo «riesgos sistémicos» que dificulten la cohesión. De hecho, según una consulta realizada por ese mismo foro, el 91% de los encuestados prevé un incremento de las confrontaciones económicas entre las principales potencias.

En 1950, EEUU poseía el 27,2% del PIB global, mientras la riqueza de China suponía el 4,6%. En 2017, EEUU pasa a tener el 15,3% y China, el 18,2%. Algunos expertos aseguran que el multilateralismo «es un obstáculo costoso» para «la libertad de maniobra» de estas potencias. Y el enfrentamiento comercial entre ellas es una clara muestra.

El populismo, el nativismo (los nativos antes que los migrantes) y la ira vienen ligados con el desarrollo tecnológico. Las tecnologías nos aislan de la realidad y buscamos nuestra propia burbuja, sin mirar a nuestro vecino o vecina. El bienestar personal por encima de lo global. Y eso se puede reflejar también entre naciones. El WEF señala que, a medida que se van intensificando la competitividad y las tensiones geopolíticas, los derechos humanos se van politizando: «Los estados simplemente abandonan ideas –o instituciones– que limiten su autonomía».

«Si la confianza transfronteriza se ve erosionada por la competencia geopolítica y los valores divergentes, la creación de mecanismos de solución de controversias mutuamente aceptados puede ser cada vez más complicada», aciertan a decir.

Uno de los riesgos más inminentes que se presentan es el cambio climático, que el informe coloca por delante de los problemas económicos –aunque la carga de la deuda global alcanza el 225% del PIB–. El calentamiento global es un hecho y los expertos dan un tiempo de 12 años para hacer cambios drásticos y sin precedentes si no queremos superar los 1,5 grados, el objetivo fijado en el Acuerdo de Paris. Pero el 64% de los encuestados cree que en 2019 bajará sustancialmente la coordinación política global sobre el cambio climático; es decir, son escépticos en cuanto a las medidas que los estados están dispuestos a tomar.

El control de las emociones

200 millones de personas dependen de los ecosistemas costeros en los que el nivel del mar –que creció 3,2 milímetros por año entre 1993 y 2010– se está “comiendo” tierra habitada. Por ejemplo, en el África subsahariana esta subida está empujando a la gente 30-35 metros tierra adentro cada año.

Los últimos cuatro años han sido los más calientes registrados y las consecuencias están afectando también al sector agroalimentario. Por la sequía que ha sufrido gran parte de Europa en 2018, la producción de cereal ha sido la más baja desde 2012. El cambio climático está, por tanto, ejerciendo una presión cada vez mayor en el sistema alimentario mundial y, con las tensiones internacionales ya elevadas, aumenta el riesgo de interrupciones en el suministro de alimentos por motivos geopolíticos.

Esas tensiones se ven notoriamente incrementadas con las migraciones, sean entre estados o desde zonas rurales hacia urbanas, cambiando así la geografía política mundial. Por ello, el 72% de los expertos consultados por el WEF espera que aumenten las agendas populistas y nativistas durante este año.

Aquí entran en escena las “fake news” como una forma de hacer política. En esta era tecnológica, la Inteligencia Artificial no solo se está usando para robar datos o dinero –en 2018 las empresas consideraron que los ataques cibernéticos son el riesgo número uno para hacer negocios en América del Norte, Europa, Asia Oriental y el Pacífico–, sino también para influenciar al usuario mediante campañas subliminales o no tan subliminales, como pueden ser las noticias falsas. «Los tuits con fake news tratan de provocar palabras asociadas a la sorpresa o al disgusto, mientras que los neutrales buscan las relacionadas con la tristeza o confianza. La interrelación entre las emociones y la tecnología está llamada a ser una de las fuerzas más disruptivas», recoge el análisis.

Se refiere a la Inteligencia Artificial como una herramienta para reconocer, responder y manipular las emociones humanas. Porque, además del nacionalismo creciente en el terreno político, el individualismo y la falta de empatía cobran fuerza en una sociedad que se identifica con el sentimiento de «enfado». Y esa ira puede haber sido provocada por las políticas más populistas o nativistas porque, según subrayan los expertos, el deterioro del bienestar sicológico y emocional es en sí mismo un riesgo para la política y para la cohesión social. Algunos se atreven a catalogar esta época como la “Edad de la ira” y se estima que 700 millones de personas padezcan un desorden mental.

137 muertas al día

El desorden sicológico suele alinearse con el estrés o la ansiedad. Es destacable que el 81% de los jóvenes estadounidenses de entre 18 y 25 años tenga como objetivo ser ricos, por encima de todo. Con este dato se puede entender este otro: la ansiedad alcanza al 31% de la población de EEUU, mientras que en China no supera el 5%. El informe del Foro Económico Mundial habla claro: «Los desórdenes mentales son más altos en Occidente».

La angustia social, por su parte, está originada por tres causas principales: la violencia, la pobreza y la soledad. Los conflictos bélicos van incrementándose sobre todo en África, Oriente Medio y en el sur de Asia. Y la Organización Mundial de la Salud (OMS) también remarca la violencia de género sobre las mujeres: «Estima que el 30% de las mujeres del mundo la ha padecido alguna vez, y 137 mujeres murieron cada día en 2017 a manos de su pareja o un familiar».

La pobreza tampoco tiene freno –en 2015, 736 millones de personas vivían con menos de 1,90 dólares al día–. Y el WEF añade otro factor depresivo y que no tiene por qué estar ligado al capital: «Vamos caminando hacia una sociedad de soledad». Y la tecnología es una de las mayores causas de ello.

 

Notables ausencias imprevistas en la cita anual de Davos

La reunión en Davos del Foro Económico Mundial, que se desarrollará la próxima semana, de martes a viernes, llega marcada por las ausencias. Cuestiones “domésticas” han obligado a anular el viaje a Donald Trump, Emmanuel Macron y Theresa May. Pero, sin duda, el «shutdown» (cierre parcial de la Administración federal), los «gilets jaunes» (el movimiento que marca la agenda sociopolítica francesa) y el desenlace del Brexit (la salida de Gran Bretaña de la UE), síntomas de una inestabilidad creciente en el “mundo desarrollado”, centrarán muchos de los debates en la localidad suiza.GARA