Arrogarse el papel de favorito en un derbi puede resultar contraproducente, pues en un partido de estas características poco importa la clasificación, la historia reciente o el momento de forma en el que se encuentre cualquiera de los contendientes. Lo sabe Asier Illarramendi, quien huyó de favoritismos previos al encuentro del domingo para recordar que «en la primera vuelta parecía que nosotros lo llevábamos peor y con más dudas. Luego hicimos un gran partido y ganamos 1-3 allí».

Sí que es verdad que, a su juicio, el hecho de jugar en Anoeta supone una «baza» para «sacar el partido adelante», sobre todo «con la ayuda de la afición». Apuntó que la opinión generalizada señala que «ahora parece que ellos llegan mejor», una consideración con la que él no está de acuerdo, dado que «nosotros también estamos bien, a pesar del último empate en casa y de que nos costó un poco en el partido más reciente», reflejó.

Además, el pivote aseguró que saben cómo «hacer daño» al Athletic, pese a ser un conjunto que «ahora está defendiendo muy bien» –un solo gol en los últimos cuatro encuentros–, gracias a «dos líneas de cuatro bien juntas, que paran las transiciones con muchas faltas», a diferencia del »marcaje individual por todo el campo» que la escuadra vizcaina realizaba cuando Berizzo estuvo en el banquillo. A consecuencia de ello, para Illarramendi hay un factor que será muy importante y es «no encajar».

Público soberano

El futbolista de Mutriku también fue interpelado sobre el especial ambiente que se vive en este tipo de envites, donde por regla general no suelen tener muy buen recibimiento ex jugadores que en su momento decidieron cambiar de aires, tal y como le sucedió la pasada campa- ña a Iñigo Martínez.

«La afición opina lo que quiere», manifestó Illarramendi al respecto, aunque admitió que «no son agradables» los pitos que provienen del graderío. No en vano, él también los recibió cuando decidió fichar por el Real Madrid, con cuya elástica merengue visitó el estadio de Anoeta, aunque, en su opinión, este tipo de circunstancias son «parte del fútbol».

De hecho, en estos momentos el centrocampista también está recibiendo críticas por el estado de forma en el que se encuentra. Sabedor de ello, Illarramendi reconoció que aún no ha alcanzado «el nivel de otros años», pero aclaró que «siempre hay momentos mejores», algo que está sucediendo con la llegada de Imanol Alguacil al banquillo txuri urdin.

Un dato que confirma que el mutrikuarra se toma muy en serio los derbis con el Athletic es el número de tarjetas que ha visto. En los diez encuentros que ha disputado de este tipo –todos ellos como titular– le han motrado nada menos que nueve amarillas.