Agustín GOIKOETXEA
CAMBIOS EN EL MODELO DE REBAJAS

LOS PEQUEÑOS COMERCIANTES RECLAMAN REGLAS PARA COMPETIR

La liberalización acabó con el calendario tradicional del comercio. Los nuevos hábitos de consumo y especialmente la estrategia de las grandes cadenas ha hecho que los carteles de rebajas lleven semanas en los escaparates de muchas tiendas de nuestro país.

Las rebajas ya no son lo que eran desde la liberalización. Algunas grandes cadenas hace una semana larga que muestran carteles en los que se advierte de descuentos de hasta el 50% mientras los pequeños y medianos comerciantes añoran el retorno a la situación anterior a 2012. Algunos, para no perder la oportunidad, se suman pretendiendo aminorar las pérdidas. Se estima que los primeros quince días son fundamentales en estas campañas, que pueden suponer hasta el 40% del total de ventas anuales.

Llegan las rebajas de verano, mejor dicho llegaron hace una semana a las tiendas físicas de grandes marcas pero también al comercio de proximidad y minorista que trata de adaptarse a los nuevos tiempos. Su esperanza es que la gente con sol y temperaturas al alza compre. Muchas personas, con tarjetas de cliente, ya lo han hecho on line gracias a las ofertas planteadas por las multinacionales y los grandes almacenes desde el inicio de mes. Lo que el consumidor gasta en un momento, no lo gasta más tarde, es la máxima que mueve a muchos a secundar a los grandes. Se trata de aprovechar la ola.

La liberalización en el establecimiento de los periodos de precios especiales golpeó al comercio tradicional y les obligó a adaptarse ante el cambio de hábitos del consumidor. El fenómeno Black Friday ha sido una de las novedades que ha sacudido al sector y modificó las características de las rebajas de invierno. En el pasado, enero y julio eran tiempos de sacar el stock de los almacenes y incrementar la facturación. Ahora, las asociaciones del sector abogan por reimplantar el concepto de rebaja del pasado, cuando comenzaban el 7 de enero y el 1 de julio. De la actual situación sale mal parado el pequeño y mediano comercio con leves incrementos en la facturación frente a los crecimientos de las grandes cadenas y grandes superficies.

Una de esas voces que pide cambios es la del presidente de la patronal del comercio de Bizkaia (Cecobi), Pedro Campo, quien entiende que se debe regularizar el concepto de rebajas porque se está «confundiendo» al consumidor. «El adelanto de la campaña, especialmente por las grandes firmas y cadenas, empieza a ser ya masivo, no hay ningún tipo de regla, y los grandes perjudicados son, una vez más, los pequeños y medianos comerciantes que se ven empujados a competir como pueden, pero lógicamente en una clara desigualdad», denuncia Campo.

Idea compartida por Eider Txarroalde, presidenta de la Asociación Comercial del Casco Viejo, que considera que las grandes cadenas son las únicas que se benefician del adelanto. «Pierde la fuerza de la rebaja en sí, que era todos los comercios al mismo tiempo, el mismo día, todos a la vez. Al final, acabas todo el año con rebajas, con lo cual no tiene atractivo ni fuerza ni fuste», asegura.

«Si entramos en guerras de precios, adelantando las rebajas, acaba siendo negativo para la riqueza comercial de las ciudades y los pueblos», defiende Jorge Aio, gerente de BilbaoCentro. Lo cierto es que no hay unanimidad, especialmente cuando los pequeños comerciantes ven cómo sus negocios están vacíos mientras los compradores salen desde hace días con bolsas de tiendas como Mango, Benetton, Cortefiel, Desigual, H&M, Sfera, Sprinfield o Women’s Secret. Otras firmas de Inditex como Zara, Stradivarius, Pull&Bear, Oysho o Berskha han planteado desde el inicio de junio promociones en prendas seleccionadas. El Corte Inglés, Zara y Stradivarius comenzaron ayer sus rebajas, de cara a aprovechar el tirón de las ventas en el fin de semana.

«Algunos esperan hasta el inicio del 1 de julio y otros aprovechan por necesidad o por oportunidad y adelantan rebajas», explica Aio, que reclama el retorno a un periodo de rebajas establecido, para que «esto no se convierta en una guerra de precios, en la que el comercio local tiene las de perder, y por el equilibrio comercial». «Las grandes marcas tienen gran parte de la distribución y fabricación en sus manos, lo que el comercio local y pequeño no tiene, por lo que esa igualdad de condiciones ante la venta es necesaria», insiste el responsable de la agrupación BilbaoCentro.

«Rectificar es de sabios»

Desde el Casco Viejo bilbaino, una de las zonas comerciales referenciales del país, Txarroalde augura una temporada «flojita» debido a la desregulación imperante y reclama cambios a las administraciones. «Rectificar es de sabios, no pasa nada. Si me he equivocado, corrijo. Las cosas tienen que ser flexibles. No hay nada rígido», comenta.

A esa solicitud de una reflexión «urgente» sobre la actual política de «descuentos continuados» durante todo el año se suma la Federación Mercantil de Gipuzkoa, al entender que ha provocado que las rebajas hayan perdido «su impacto y no sean esperadas por el consumidor». «Se ha perdido el efecto llamada que tenían antes y, por tanto, la capacidad de movilizar a los clientes», lamentan.

«Creemos que hay que volver a regular los periodos. Establecer fechas de comienzo y final», apuntan. En ese contexto, desde la Federación creen que la estrategia de las grandes cadenas ofertando cada vez antes descuentos les marca los tiempos y obliga en muchos casos a adaptarse al sector. «El comercio está haciendo un gran esfuerzo. La caja se resiente y ello complica la planificación de compras para la campaña siguiente», señalan con preocupación desde la agrupación de comerciantes guipuzcoana.

Una reivindicación lógica para el sector, aunque lo cierto es que no la tiene con la actual evolución tecnológica y las ventas por internet. Las rebajas son una reliquia del pasado. Por ello, hay quien propone adoptar la normativa autonómica a los nuevos hábitos del consumo y de los periodos climatológicos, especialmente por lo que se refiere al sector de textil y calzado.

Hace ya años que las rebajas no cumplen con las expectativas y los márgenes del comercio se siguen desplomando, lo que empuja al cierre de muchos negocios tradicionales de nuestros pueblos y ciudades. La desertización comercial es una realidad y en muchas localidades es difícil encontrar oferta de determinados productos de calidad. «La tiranía de los descuentos ha cambiado totalmente los hábitos del consumidor, que ya no tiene la necesidad de comprar en unas fechas determinadas para poder encontrar los productos más baratos», reconocen desde el sector.

Gasteiz On, la principal asociación del comercio de la capital alavesa que agrupa a cerca de 600 establecimientos, también aboga por volver a la limitación del periodo de rebajas, una demanda que no recibe respuesta desde las instituciones. «Es un clamor entre el comercio minorista que está pagando muy cara la liberación», subrayan.

«En los últimos años está habiendo una proliferación de promociones y ofertas fuera del periodo tradicional que está teniendo un fuerte impacto negativo sobre las propias rebajas. Los comerciantes perciben que, si estás todo el día poniendo la palabra ‘descuentos’, acabas perdiendo la confianza y lealtad del cliente», expone Patricia García, gerente de Gasteiz On.

«Insostenibilidad» de la estrategia

La idea de la «insostenibilidad del negocio con promoción continua» comienza a calar en el sector. «Hemos llegado a una situación en la que es casi más complicado encontrar un producto sin descuento que con él», lamenta Campo, con responsabilidades en la patronal vizcaina y estatal. La climatología también está jugando en contra de los pequeños comerciantes. «Se ven obligados a rebajar sus coleccciones de verano cuando casi habían empezado a venderlas», se queja el presidente de Cecobi.

Ante esa nueva realidad, Empresarios/as de Comercio de Servicios de Álava (Aenkomer) ha realizado una encuesta a un gran número de establecimientos respecto a la fecha que tienen previsto iniciar las rebajas de verano. El 80% de los comercios consultados ha programado el inicio de la temporada para este último fin de semana o incluso ya llevan días ofertando promociones. Por el contrario, un 20% considera más adecuado fijar la fecha de inicio de la campaña en julio, tal y como se ha hecho habitualmente.

Desde Aenkomer se apunta a que una de las causas que motiva que los comercios alaveses se posicionen a favor del adelanto en las fechas de las rebajas es «la necesidad de unirse a la competencia y evitar así la fuga de clientes». Así, las grandes cadenas obligan con sus estrategias a moverse al pequeño y mediano comercio, a pesar de que no disponen de los medios de ellas. En esta ocasión, no se pasa por alto el hecho de que el 1 de julio coincida con un lunes, algo que –entienden– «podría atraer a un menor número de clientes comparado con el inicio de las rebajas en un viernes o sábado».

En Nafarroa, el periodo de rebajas tradicional es del 1 de julio al 31 de agosto, un mes menos que en la CAV, aunque en ambos casos no está regulado. Lo pretendió el Gobierno navarro en 2014 aunque dos años después el Tribunal Constitucional declaró nula la norma que fijaba límites a los periodos de rebajas.

Sean unas u otras fechas, desde las asociaciones de consumidores se hace un llamamiento a que se lleve a cabo un consumo «responsable» pese a las ofertas y el marketing que se despliega durante este periodo por parte de los comerciantes, especialmente por esas grandes cadenas.

 

Consejos para un consumo responsable

ANTES DE COMPRAR

Valorar si realmente la compra es necesaria y recordar que también existe el ocio no consumista.

qué es rebaja

Únicamente se entiende como rebaja la venta de productos que con anterioridad estaban puestos a la venta a un precio superior al fijado en la actualidad.

el precio

La fijación de precios rebajados se puede realizar de dos formas: indicando el precio anterior y el precio rebajado o, cuando la rebaja es porcentual y aplicable a un grupo genérico de productos, bastará con indicar el porcentaje a aplicar, siempre que figure el precio no rebajado.

Calidad y Garantía

La rebaja se aplica solo a los precios del producto, no a la calidad ni a la garantía. No hay obligación de recoger un artículo si no está defectuoso.