El encargado de la realización de los brillantes arreglos fue el saxofonista malagueño, que ejerció a su vez como solista principal y quiso dedicar el concierto al mánager de la formación, Jesús Gonzalo, ya que éste no pudo estar presente en Mendizorrotza por problemas de salud.

Bajo la dirección de Iker Olazabal, el trío y los cerca de 40 músicos que forman la Banda Municipal de la ciudad interpretaron la obra, construida en varios movimientos a modo de suite sinfónica a partir de distintas composiciones originales de los tres miembros de M·A·P: 1) Obituario; 2) Armando Rampas; 3) Daliniano; 4) Salt 1; 5) Discusión; 6) El sueño de Oniria; 7) Ball; 8) Coral; y 9) Conan Canon. A continuación, y para cerrar su actuación, interpretaron la pieza “U”, del baterista Ramón Prats.

Una forma distinta de escuchar la música de uno de los mejores tríos del panorama jazzístico actual y una iniciativa no solo sumamente interesante, sino también digna de aplauso por lo complicado y arriesgado de la propuesta.

Pérez, Cohen y Potter

La reunión que tuvieron hace dos años el pianista panameño Danilo Pérez, el trompetista israelí Avishai Cohen y el saxofonista estadounidense Chris Potter para conmemorar el centenario de los nacimientos de los gigantes del jazz Dizzy Gillespie, Ella Fitzgerald y Thelonious Monk les dejó tan buen sabor de boca que han decidido volver a juntarse para este nuevo proyecto, a los que se les han sumado nada más y nada menos que el magnífico contrabajista Larry Grenadier y el batería Johnathan Blake.

Para ello, han escrito música nueva específicamente para este quinteto con la mujer como fuente de inspiración. Y, en concreto, para celebrar las vidas, el trabajo y el activismo de varias mujeres afroamericanas e israelíes como es el caso de Toni Morrison, Maya Angelou, Angela Davis, Sivan Ya’ari o Zelda, entre otras.

Tras afirmar que “ya va siendo hora de que los hombres hablen de las mujeres” y mandar a tomar viento fresco al Presidente de EE.UU. Donald Trump –hasta en dos ocasiones criticó Danilo Pérez al dirigente americano–, sonaron, entre otras, “Beloved” (dedicada a la escritora Toni Morrison), “Tea Cake”&hTab; (inspirada en la antropóloga Zora Neale Hurston), “Innovation Africa” (dedicada a Sivan Ya’ari, fundadora de una organización que lleva innovaciones israelíes en materia de energía solar y agricultura a diversas poblaciones africanas) o “Alternate Reality” (dedicada a la filósofa y activista social Angela Davis). E incluso el trompetista Avishai Cohen –cabe señalar que no debemos confundirlo con el contrabajista también israelí de idéntico nombre– recitó un poema de Zelda Schneurson Mishkovsky.

El altísimo nivel de estos cinco gigantes del jazz está fuera de toda duda y sabemos que son capaces de realizar verdaderas maravillas con su música, puesto que hemos sido testigos de ello en numerosas ocasiones. Sin embargo, en la actuación de Mendizorrotza dio la sensación de que lo que había sobre el escenario eran cinco grandísimos músicos, sí, pero no un grupo perfectamente cohesionado, ya que en algunos momentos parecía que Pérez frenaba a sus compañeros cuando alguno de ellos sugería ir hacia una determinada dirección. En cualquiera de los casos, siempre es interesante y placentero escuchar a los grandes.