Nairo Quintana (Movistar) logró ayer su tercera victoria de etapa en el Tour en Valloire tras ser el más fuerte de la escapada y reencontrarse con la altitud del Galibier con su mejor versión de escalador. Egan Bernal también aprovechó la ventaja que para los colombianos representaba superar tres puertos por encima de los 2.000 metros y a dos kilómetros de coronar los 2.642 del Galibier lanzó un ataque al que no respondió ningún favorito y fue capaz de aventajar en 32 segundos a todos los corredores que ocupaban el Top’10, menos Valverde, y se colocó segundo en la general a 1:30 de Alaphilippe.

El ciclismo colombiano vivió su mejor día en el Tour gracias en buena medida a su hábito para subir puertos largos a más de 2.000 metros de altitud en su país. Corredores como Pinot y Landa, que fueron los mejores en Pirineos con una altitud inferior, ayer no pudieron ni intentar seguir a Bernal y se conformaron con llegar juntos detrás.

Movistar intentó repetir la estrategia de Prat d’Albis al meter por delante a tres corredores en una escapada de 34 en la que entraron algunos de los que iban a disputar la general y fallaron en los Pirineos como Bardet, Adam Yates y Nairo Quintana. También estaba Gorka Izagirre, que repitió fuga por segundo día consecutivo y acusó el desgaste del día anterior.

Con respecto a la última etapa pirenaica repitieron Amador y Nairo Quintana y Verona sustituyó a Marc Soler, que fue el encargado de endurecer la marcha del pelotón cuando faltaban diez kilómetros para coronar el Izoard hasta reducir el grupo de favoritos a diecisiete corredores con Valverde preparado para lanzar el ataque de Mikel Landa. Pero ese movimiento no llegó, ninguno de los favoritos cedió y el trabajo del catalán solo provocó que Nairo Quintana, que era el mejor colocado de la fuga a 9:50, perdiera cuatro de los nueve minutos que llevaban.

Movistar dejó de tirar atrás y Amador trabajó para que Quintana entrara en un corte que se había formado en la escapada. El colombiano atacó a siete del alto y Bardet, nuevo rey de la montaña, no pudo seguirle. El colombiano batió el récord del Galibier y llegó a la meta con más de cinco minutos al grupo de favoritos, lo que le permitió colocarse séptimo por delante de Landa en la general a 3:54.

Ineos, al ataque

Cuando Movistar dejó el mando en el pelotón, la ventaja de la escapada creció y por detrás entró Jonathan Castroviejo para tirar desde el descenso del Izoard hasta la subida del Galibier. El director de Ineos, Nicolas Portal, anunció que iban a atacar en el Galibier, pero solo los líderes respondieron. Van Baarle fue el mejor gregario y a su ritmo aguantaron muchos corredores.

El galés mandó al colombiano atacar a falta de dos kilómetros y nadie tuvo fuerzas para seguirlo y el ganador del año pasado quiso rematar a sus rivales, pero a su ritmo sí pudieron responder todos menos Alaphilippe, que coronó el Galibier a 39 segundos de Bernal y a 17 del grupo de Thomas, Pinot, Buchmann, Landa, Urán y Porte.

El líder superó con nota la primera de las tres pruebas que le quedaban en Alpes. En el descenso a Valloire no solo atrapó al resto de favoritos, tiró por delante para recortar la desventaja con Egan Bernal y mantuvo la renta con la que empezó la etapa, con la diferencia de que ahora el segundo es el colombiano.

 

El Iseran y el final de Tignes en 126 kilómetros

La segunda etapa de los Alpes presenta la subida al puerto más alto de este Tour, el Iseran, premio Henry Desgrange con sus 2.770 metros de altitud en una etapa de solo 126 kilómetros que acaba en el alto de Tignes tras una subida final de 7,4 kilómetros al 7% de media. El col de Iseran, con 12,9 al 7,5 de media, se corona a 37 de la meta, pero desde la salida de Saint Jean de Maurienne, que está a 585 metros de altitud no se para de subir. Antes del Iseran se coronan otros tres puertos puntuables que casi no tienen descenso. Primero se culmina la cota de Saint André en el kilómetro 25 (3ª, 3,1 kms. al 6,8% de media), luego la de Aussois en el 38 (2ª, 6,5 kms. al 6,2%) y en el 63,5 el col de la Madeleine (3ª, 3,9 kms. al 5,6%) y casi sin descenso hay doce kilómetros de llano antes de empezar a subir el Iseran.

Después de lo visto ayer hay que destacar que no solo el Iseran, también la meta de Tignes está por encima de los 2.000 metros, a 2.113, lo que puede dar una ventaja a Egan Bernal, más habituado como todos los colombianos a entrenar en esas condiciones.J.I.