En la Berlinale pudieron disfrutar del cada vez más cinematográfico paisaje costero de Zumaia, si es que no lo habían hecho antes en una muy famosa serie de televisión. De cualquier forma en “303” (2018) se ve más actual y se hace más reconocible, al igual que otras escenas rodadas en Getaria. La visita a Gipuzkoa está totalmente justificada en el guion de esta película de carretera alemana, escrito por el director Hans Weingartner en pareja con Silke Eggert. La pareja de ficción de la que hablan nace de un encuentro casual, y es él quien quiere pasar por Euskal Herria para conocer a su padre biológico, un armador vasco que tuvo una aventura de verano con su madre turista.

Weingartner es sobre todo conocido por “Los edukadores” (2004), película que le identifica como un cineasta interesado por la situación social y política de la juventud europea actual, y esto queda claro en las conversaciones que mantienen Jule (Mala Emde) y Jan (Anton Siker). A través de sus charlas encuentran puntos en común y se empiezan a sentir más cercanos el uno al otro. Primero surge la amistad y el primer beso no llegará hasta las dos horas cumplidas de duración, media hora antes del final. “303” es un título que se refiere a la vieja autocaravana familiar Mercedes 303 que conduce la chica, una estudiante de Biología en Berlín, y que a consecuencia del fallecimiento de su hermano y un suspenso en los exámenes busca desahogo yéndose a Portugal. No contaba con encontrar un compañero de ruta.