Joseba VIVANCO
Fútbol internacional

Tras el milagro del Leicester

El Famaliçao lidera la liga lusa, el Alanyaspor lo hace en Turquía y en Serbia un recién ascendido respaldado por el presidente húngaro.

El puente de Sölvesborg destaca por ser el más largo para peatones y bicicletas de Europa, aunque a alguno le sonará esta pequeña localidad sueca de solo 10.000 almas porque acoge el más grande festival de rock y heavy metal del continente, ‘Metaltrip’. Una comunidad de apenas 800 habitantes situada dentro de este municipio logró durante unas temporadas aupar a la elite del fútbol sueco el Mjällby, que en 2015 descendió a Tercera al tiempo que el pueblo casi duplicaba su número de habitantes, lo que reveló que lo de la falta de puntería solo era cosa de sus jugadores.

Uno de tantos clubes que tuvieron su momento de gloria sin llegar siquiera a acariciar el cielo. Como el Termalica Nieciecza polaco, tres años en la máxima categoría como mayor hito para un pueblo de 700 habitantes, o el FC Buducnost Banatski Dvor de la primera división serbomontenegrina, un par de años en lo más alto, una final copera en 2014, y representando a un núcleo urbano de apenas mil personas. O el Guingamp, con unos 7.000 habitantes detrás, que descendió el curso pasado de la Ligue 1 pero en su palmarés deslumbran dos Copas de Francia. Pequeños héroes que sueñan, como el Moreirense, orgullo de una pequeña villa portuguesa de apenas 6.000 habitantes que marcha décimo en su sexto año en una Primera lusa que lidera una de las sorpresas del continente europeo, el Famaliçao, que derrotó 1-2 al Sporting de Portugal y defiende a capa y espada su primera posición en solitario, perseguido a un punto por Benfica y Porto.

Seis jornadas, 16 puntos, equipo revelación, ¿qué se esconde detrás de este club a medio camino entre Porto y Braga, la vígesima población más poblada del país, y que hasta la pasada primavera llevaba un cuarto de siglo deambulando por las categorías inferiores? En el sustrato de la respuesta está un empresario isarelí llamado Idan Ofer, que de paso detenta también el 32% de las acciones del Atlético de Madrid, y cuya fórmula pasa por gastar poco o nada en fichajes, apostar por la juventud y sacar tajada económica de ello, vamos, esto último, nada nuevo desde Galicia hasta el Algarve.

Con un promedio de edad de 23 años, un equipo hecho a retales y un estadio para 5.000 espectadores, el Famaliçao aspira quién sabe si a hacer tambalear la hegemonía de Os Tres Grandes, y emular a aquellos Boavista y Os Belenenses que han sido desde 1934 los últimos en osar discutir la tiranía de Benfica, Sporting lisboeta y Porto. La última vez fue en 2001, cuando el ajedrezado Boavista les birló el título, para siete años después caer a la Tercera división.

La Super Liga turca también tiene un visitante inesperado, sobre todo porque marcha en cabeza, invicto, por delante del Fenerbahçe, y muy por delante de unos descolgados Galatasaray y, especialmente, Besiktas. Hablamos del Alanyaspor, club cuya plantilla tuvo un accidente de autobús en abril pasado y perdió a uno de sus jugadores, plantel sin nombres de renombre, salvo Papis Cisse, exdelantero del Newcastle, pero que solo ha cedido un empate y fue ante el colista.

Los tentáculos de Viktor Orban

Famaliçao, Alanyaspor... también el Pogoń Szczecin sueña en emular en la Ekstraklasa polaca al otrora Leicester inglés. Y en las filas del club en el que colgó las botas el ruso mundialista Oleg Salenko, se desempeña el exrojiblanco Iker Guarrotxena, que fichó el año pasado por cuatro temporadas proveniente de la Cultura Leonesa. En la última fecha empató con el Gornik Zabre de otro excachorro como es Igor Angulo, quien a sus 35 años marcó y alcanzó la cifra de 50 goles desde su llegada a la liga polaca en 2016.

¿Falta alguien por ahí? Pues sí, el Backla Topola, club que mientras en Belgrado el Partizan le ganaba el derbi al Estrella Roja, se aupaba al liderato siendo un recién ascendido, perteneciente a una ciudad de apenas 33.000 habitantes, más de la mitad de origen húngaro y de la que es natural el delantero del Ajax que volviera loco al Madrid en la pasada Champions, Dusan Tadic. El secreto de esta revelación radica en el impulso económico de su mecenas, Viktor Orban, actual primer ministro de Hungría, aficionado empedernido y padrino a su vez del Videoton magiar, perteneciente a la ciudad natal del político, y del Osijek croata, cuyo presidente tiene raíces en Felcsut, la población que no llega a 2.000 almas y en la que creció el propio Orban y donde mandó construir la Academia Puskas. En el fondo del fondo, todo responde a un plan maquinado por el mandatario húngaro para extender sus tentáculos nacionalistas a través del balón a zonas con presencia magiar incluso más allá de sus fronteras. El próximo objetivo de Orban, que como jugador nunca pasó de la Tercera división, el NK Nafta, centro demográfico de la minoría húngara en Eslovenia y aspirante al ascenso a la Primera división.

Estos invitados inesperados son algunas de las agradables sorpresas en este arranque de temporada en Europa. Porque para muchos ya no lo es que un equipo haya sobrepasado sin pedir permiso alguno a Bayern y Dortmund en la Bundesliga. Hablamos del Leipzig, dos y tres puntos, respectivamente, por delante de bávaros y renanos. El once de Julian Nagelsmann venía de empatar con el Bayern en su casa y el fin de semana dejó claro que aspira a todo goleando 0-3 al Werder Bremen. Los vigentes campeones no quieren perder su estela, y sin despeinarse golearon 4-0 al Colonia, con dos tantos de Robert Lewandowski, que suma 9 dianas en 5 encuentros, quedándose a solo una de las 10 que firmó como récord el italiano Luca Toni en su día, el mismo que durante su etapa en Alemania no pagó el llamado ‘impuesto al culto’, por el que se obliga a abonar un 9% mensual del sueldo a la Iglesia que pertenezcas, aunque luego se casó en el altar de vuelta a Italia; se enteraron en Alemania y le reclamaron 1,7 millones de euros, aunque echó la culpa al asesor fiscal y sólo tuvo que pagar 450.000 euros de nada.

Para creyente Mario Balotelli, regresando con el Brescia a la Serie A 1.221 días después, pero perdiendo ante la Juve. Y Zlatan Ibrahimovic sonando para Boca Juniors... Eso sí sería milagroso...