La última batalla de Yokohama
Inglaterra y Sudáfrica pugnarán mañana por llevarse la copa Webb Ellis.
Las cartas ya están sobre la mesa. All-in, que se dice en el póker. Todas las fichas al centro del tapete. Sudáfrica e Inglaterra, Inglaterra y Sudáfrica, afrontan mañana en Yokohama (10.00, hora de EH) el último partido del Mundial de Japón, la gran final que decidirá quién porta la corona de campeón hasta que dentro de 4 años vuelva a ponerse en juego en Francia 2023.
Cuarta final para los europeos, que de las tres anteriores solo lograron ganar la de 2003, merced al legendario drop de Jonny Wilkinson en la prórroga frente a los anfitriones, Australia. Vengaron así la derrota de doce años antes en Twickenham, en el que fue el primer título para los wallabies. La última final jugada por los ingleses fue la de 2007, frente a Sudáfrica. ¿Volverá a darse una revancha con una docena de años de espera? Se dice que este es un plato que debe servirse frío.
Para los springboks es su tercera final. Aún no conocen el sabor de la derrota. Tras no jugar los dos primeros Mundiales al estar sancionados por su política de segregación racista (apartheid), Sudáfrica organizó y venció el de 1995. El de las icónicas imágenes de Mandela apoyando a un equipo formado casi exclusivamente por jugadores blancos. ¿Alguien no ha visto la película ‘Invictus’? Los de verde doblegaron en el choque decisivo a la Nueva Zelanda del explosivo Jonah Lomu.
Regresa Cheslin Kobe
Ambos técnicos confiarán, no podía ser de otra manera, en los hombres que les han traído hasta aquí. Rassie Erasmus, que ha confirmado que este será su último encuentro como seleccionador, presenta como única novedad en su XV el retorno del ala Cheslin Kolbe, recuperado de las molestias que le impidieron estar en la semifinal ante Gales.
El damnificado es Nkosi, que ni siquiera entra en la convocatoria, porque Erasmus insiste con un banquillo con seis delanteros, un medio melé y un octavo jugador –el veterano Frans Steyn– para cubrir cualquier relevo en la línea de tres cuartos. Eddie Jones, el australiano al mando de la nave inglesa, clava el mismo XV de la gran semifinal frente a Nueva Zelanda.
Inglaterra parte con la vitola de favorita después de su exhibición del pasado sábado. Sudáfrica volverá a intentar que el juego transcurra cerca de su delantera, su particular Panzer Division, para darles a los de la rosa su particular abrazo del oso.
El choque será arbitrado por el francés Jérôme Garcès, que a sus 46 años cuelga el silbato tras una importante carrera. En este torneo ya ha pitado el Inglaterra-Australia de cuartos y el Sudáfrica-Gales de semis.
Tercera plaza
Un día antes, hoy a las 10.00, Nueva Zelanda y Gales jugarán el choque por el tercer puesto con cambios y despedidas.

Eztarriak gabonetarako prest, ura bere bidean-ekin

El servicio de ambulancias de Osakidetza, de camino a urgencias

Peixoto, euskararen eskutik abertzaletu zen betiereko militantea

El Patronato del Guggenheim abandona el proyecto de Urdaibai
