El instituto de estadística del Estado español (INE) publicó ayer los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al último trimestre de 2019, mientras que su homólogo francés (Insee) difundió el lunes las cifras de desempleo al cierre del año pasado. Con estos datos, Gaindegia –que en sus estudios también tiene en cuenta los informes del Eustat– calcula que son 132.400 personas las que terminaron 2019 en el paro en el conjunto del país.

El observatorio para el desarrollo socioeconómico de Euskal Herria subrayó que esto supone un aumento de 2.100 desempleados respecto al trimestre anterior tomando como referencia al INE.

Esta subida viene motivada por el mal comportamiento respecto al trimestre anterior de Gipuzkoa (con casi 5.000 personas en paro más), Nafarroa Garaia (con 2.600 más) e Ipar Euskal Herria (+1.100, según el Insee), que compensan negativamente los buenos datos de Araba (con 4.700 menos) y Bizkaia (-1.700).

Estas fluctuaciones de un periodo a otro tan llamativas son debidas a que la EPA es, como su propio nombre indica, un muestreo que se realiza en un periodo concreto de cada trimestre. En este caso, los últimos meses de 2019 han ido marcando una clara, aunque leve, tendencia al incremento del paro.

En este sentido, conviene recordar que hace apenas unos días se dieron a conocer los datos mensuales del paro registrado en los servicios de empleo del Estado español, que elevan a 147.360 personas las que estaban en paro en Hego Euskal Herria al cierre de diciembre, muy por encima de las 121.800 de la EPA del cuarto trimestre de 2019.

En lo que coinciden todos estos análisis estadísticos es que en el sur del país hay indicios de que la tendencia esta cambiando, ya que incluso la EPA apunta hacia arriba por segundo trimestre consecutivo.

No obstante, la tasa del 9,07% de personas en paro sobre el total de población activa de Hegoalde –que asciende a 1.342.000 personas en esta EPA– ha quedado bastante por debajo de la registrada hace un año (9,68%) y lejos de la del último trimestre de 2017 (10,36%).

Con diferentes perspectivas

Volviendo al análisis por herrialdes de la encuesta publicada ayer, las tasas de paro más bajas corresponden a Araba (7,31%) y Gipuzkoa (7,53%), mientras que Bizkaia sigue teniendo la más alta (10,58%) y Nafarroa (9,01%) se mueve entre dos aguas. La de Ipar Euskal Herria, siempre según los datos del Insee facilitados por Gaindegia, es del 7,0%.

Una anécdota que sirve para entender cómo los mismos datos se pueden valorar en positivo o negativo es que ayer muchos medios destacaron que Nafarroa es la comunidad autónoma con la tasa de paro más baja del Estado, y que la CAV, con un 9,09%, es la segunda.

Pero al compararse con la media del Estado español es fácil salir bien parado, ya que es el del 13,8%, a lo que contribuyen las altísimas tasas que siguen registrando Extremadura (23,48%) y Andalucía (20,80%).

En cambio, Gaindegia amplió la perspectiva geográfica para remarcar que Euskal Herria, con un 8,8% estimado como media de 2019, sigue a la cola de Europa, solo por delante de Grecia (17,2%), el Estado español (14,1%), Catalunya (11,0%) e Italia (10,0%).

Entre los estados europeos con una tasa de paro por debajo del 5% se hallan, entre otros, Islandia, Noruega, la República Checa, Alemania, Polonia, Países Bajos, Flandes y Escocia.

Y si tomamos como referencia el género, el paro continúa teniendo rostro femenino, ya que en la CAV es más elevado entre las mujeres (9,62%) que entre los hombres (8,59%), y lo mismo sucede en Nafarroa, 10,02% frente a 8,12% respectivamente.

 

El empleo creado, cada vez de peor calidad

Los datos de la EPA también pueden verse desde el otro lado del cristal; es decir, fijándose en el empleo creado en lugar de mirar hacia el desempleo. Así, en el cuarto trimestre de 2019, en Hego Euskal Herria había 1.221.000 personas empleadas, apenas 500 más que en el trimestre anterior y 5.600 más que en el mismo periodo de 2018.

Como indicaron los sindicatos abertzales, el aumento del empleo ha sido insignificante: 0,46% en todo 2019, menos de la tercera parte del empleo creado el año anterior y el peor registro anual desde el inicio de la recuperación.

Y esos datos son aún más negativos analizados «desde el punto de vista de la calidad del empleo», como apuntó LAB, que, entre otros aspectos, destacó que en los últimos tres meses del año se crearon 19.200 puesto a tiempo parcial al mismo tiempo que se destruyeron 18.600 a tiempo completo.

ELA comentó que la evolución del último año «muestra una desaceleración importante en los indicadores del empleo», incidiendo en que se ha constatado que «el empleo que se crea es a costa de precarizar las condiciones de trabajo, con un aumento de los contratos parciales y temporales».T.F.