El desconfinamiento tiene hoy su pistoletazo de salida, o más bien su prueba de ensayo, con la irrupción de niños y niñas en la calle tras 42 días confinados. Dos semanas después del reinicio de la actividad industrial, cuyos efectos en forma de contagios se intuirán estos próximos días, los menores tienen la puerta abierta sin que haya un cálculo –ni una estimación– del avance real de la infección, más allá del parte diario de personas fallecidas y hospitalizadas.

Para controlar la epidemia hacen falta test PCR; para medirla al menos, test serológicos. Pero cuando la cuarentena ya pasa de 40 días, a mediodía de ayer tanto la consejera Nekane Murga en Gasteiz como el portavoz estatal Fernando Simón en Madrid confirmaron que no hay una apuesta ambiciosa, ni en cantidad ni en plazos, por las pruebas.

Sí la hubo en Corea del Sur, con el resultado conocido de aplastar la curva que empezaba a levantarse; la hay también los países bálticos, Islandia, Grecia, Véneto o Alemania, por citar casos muy diversos en Europa; y figura igualmente, al menos en el papel, en el plan de la Generalitat que firma el infectólogo Oriol Mitjà, aprobado ayer y remitido inmediatamente a Moncloa. Esta hoja de ruta propone 100.000 PCR a la semana, más de los que está haciendo todo el Estado español en la actualidad, lo que totalizaría 1,5 millones en dos meses, sumados a otros 6 millones de anticuerpos. En total, tantos como habitantes tiene Catalunya, lo que no quiere decir uno por persona pero sí da una idea de la dimensión.

Lakua aparenta activarse

Solo un día ha llegado el Departamento de Salud de Lakua a cotas equiparables a las que plantea Mitjà. Y ha sido este viernes, cuando según aseguró ayer la consejera Murga se realizaron 4.968 PCR y 4.441 test rápidos. Es el récord hasta la fecha; de hecho, supera el 10% del total acumulado, en una sola fecha. Y además con buen resultado ya que solo el 7% dio positivo.

De momento habrá que reparar en ese parte diario para medir la voluntad real del Gobierno de Lakua en este terreno. Y es que no existe un plan tasado del estilo del catalán, lo que se suma al discurso autocomplaciente diario de Murga al destacar que se hace más test por habitante de media que en Europa, cuando comparado con el número de contagios Euskal Herria está realmente a la cola del continente.

En paralelo, el Gobierno Urkullu va decididamente tarde en la fabricación de test. Ayer, once días más tarde de que el Ejecutivo español lo hiciera, comunicó al fin que pone a su disposición a todos los centros de la CAV, es decir públicos, privados y público-privados. No pasa desapercibido el hecho de que justo un día antes Biodonostia obtuvo la necesaria luz verde ministerial para ello, junto al CIMA de la Universidad de Navarra. Pero es significativo recordar que la UPV/EHU ya contaba con ese aval hace once días y tenía sus propios test diseñados, sin que se haya aprovechado ese potencial en un tiempo precioso.

Emplazamiento universitario

Que este asunto aún no aclarado ha dejado huella en el ámbito universario lo muestra el manifiesto presentado ayer por destacados profesores e investigadores de la UPV/EHU.

El texto felicita a los creadores de este test en un tiempo récord y en condiciones difíciles; solicita al Gobierno de Lakua que dé explicaciones públicas sobre los criterios que está aplicando para no realizar pruebas masivas aprovechando esta iniciativa y todos los recursos de que dispone a través de los centros de investigación de la CAV; denuncia cualquier intento de censurar o acallar esta iniciativa científica o a los promotores de la misma; y subraya que la UPV/EHU es un ente público con vocación de servir a la sociedad, no solo a través de su actividad docente, sino también investigadora.

Basta ver la lista de firmantes para comprobar que no hay un alineamiento político concreto, sino un malestar y preocupación muy plurales: aparecen el exrector Pello Salaburu, Iñaki Lasagabaster, Joseba Agirreazkuenaga, Itziar San Martín, Iñaki Antiguedad, Ramon Zallo, Jule Goikoetxea....

De empresas a fútbol, sin test

En Madrid, el director del Centro de Alertas Sanitarias Fernando Simón fue tajante en frenar la presión para realizar más test, que llega de dos lados inesperados: empresas que quieren hacer pruebas a sus empleados para mantener su actividad con garantías y la Liga de fútbol, que necesita test continuos para reanudar la competición.

«El Ministerio no va a proponer pruebas masivas en personas asintomáticas. Si alguna empresa realiza estas pruebas, tiene que ser capaz de interpretar el resultado, dar seguimiento a los contactos. No podemos recomendar hacer pruebas de este tipo sin tener establecidos estos mecanismos, y puede generar situaciones en las que se usen recursos públicos sin que tenga un sentido real», señaló Fernando Simón.

Adelantó que se va a elaborar una guía sobre los dos tipos de test y cómo se puede acceder a ellos: «Todo el mundo quiere hacerse pruebas, pero las pruebas serológicas no son 100% fiables, por eso no se pueden hacer a cualquiera. Hasta ahora se han utilizado para el cribado en residencias de ancianos. En cuanto a ámbitos hospitalarios, sería más interesante usar PCR», dijo.

El Gobierno español ya había dejado claro antes que no se prevén pruebas masivas hasta conocer el estudio serológico que se inicia esta semana... y que no dará frutos hasta pasados dos meses. Conclusión: ni hay test masivos ni se les espera, y esto no lo cambia ni la Liga.

 

Sánchez permite ejercicio y paseos en siete días, pero sujeta el mando

El guión es conocido: el sábado, comparecencia pública del presidente español para decidir; y el domingo, reunión con los mandatarios autonómicos para consultar. Pedro Sánchez sabe que va de mano, con el mando único que le otorga el estado de alarma, y ayer lo utilizó para dejar claro que la desescalada se hará también bajo su decisión, aunque tenga un carácter «asimétrico» sin definir.

Compareció a las 20.15 con un palo y una zanahoria. Sacó primero esta para anunciar a la ciudadanía que, si no hay malas noticias epidemiológicas esta semana, ya el sábado próximo (2 de mayo) se permitirá hacer ejercicio familiar y pasear con las personas con quienes se comparte domicilio. Y luego extrajo el palo para dejar claro, sobre todo al president Quim Torra, que será Madrid quien determine el proceso de desconfinamiento.

Por la tarde Torra había intentado meter presión mandando a Moncloa el plan del infectólogo Oriol Mitjà, pero Sánchez replicó anunciando su propio plan en el Consejo de Ministros del martes. Y no cabe esperar gran pelea si se observa que Torra dijo que la Generalitat hará «lo que le dejen». Urkullu también ha amagado, pero sin pegar. Para Sánchez, «esto no puede ser una carrera para quién sale antes». Pero por si acaso, la ha empezado él.R.S.

 

Eudel echa atrás sus 300.000 mascarillas por un fallo técnico

Eudel ha decidido retirar las 300.000 mascarillas donadas a los ayuntamientos y las sustituirá por otras, al detectar problemas en las gomas de sujeción de algunas de ellas, lo que impide en la práctica su utilización.

A través de una circular dirigida a los alcaldes, ha explicado que esa goma «se suelta al colocarse» y que por ese motivo las protecciones «no pueden utilizarse». Anuncia que se compromete a sustituirlas por otras nuevas y entregarlas de nuevo a los consistorios.

Al parecer, el fallo se ha detectado nada más facilitarse este material, por lo que las mascarillas todavía no había sido empleadas.